La Mesa Nacional de Diálogo sobre Voluntariado y Compromiso Social emitió ayer un comunicado en el que afirma que el trabajo que realizan las personas alojadas en los hogares Beraca no es voluntario ni se ampara en la Ley de Voluntariado Social. Las actividades “encubiertas” como “voluntariado constituyen un abuso de la vulnerabilidad social de personas, implican una doble victimización, infringen la ley y pueden ser asociadas a explotación laboral”, concluyen.

La mesa, que surgió en diciembre de 2009 en el marco de un proyecto entre Naciones Unidas y el Ministerio de Desarrollo Social, sostiene que el voluntariado es “el trabajo o actividad no paga, que se realiza por voluntad propia con la intención de beneficiar a otras personas, sin mediar otro tipo de deber u obligación por lazos familiares o de amistad”. Ante las denuncias de violación de derechos humanos realizadas “por personas que manifestaron que la asociación civil les puso como condición para su apoyo social el desempeño de tareas reiteradas para fines ajenos a sí mismos y contra su voluntad”, explican que “toda actividad de voluntariado debe ser libre, de iniciativa personal y no condicionada a la obtención de ningún tipo de bien o servicio como contraprestación”, a diferencia de la actividad laboral, y “en especial” aquella asociada a la “obtención de la sobrevivencia y la cobertura de necesidades humanas básicas”.

A su vez, aseguran que la “pretensión de amparo” de Beraca en la mencionada ley es “falsa”, dado que la ley sólo se refiere al voluntariado en el ámbito público. Aclaran que la actividad de voluntariado en la sociedad civil no está regulada por ley, por eso instan a su promulgación: “Justamente porque el vacío legal puede habilitar situaciones como las que se denuncian”.