En el marco del ciclo de charlas “Reflexiones canarias”, organizado por la Intendencia de Canelones, el director nacional de Trabajo, Juan Castillo, contó que durante la ronda de negociación colectiva “mucha cantidad de empresas, no sólo metalúrgicas”, ponen condiciones y anuncian que, de no concretarse estas, cerrarán sus empresas en Uruguay y se instalarán en Paraguay. “Ahora parece que está de moda Paraguay”, ironizó Castillo. La discusión sobre la amenaza paraguaya la había planteado el intendente canario, Yamandú Orsi, quien ofició de moderador de la charla “Ética en el trabajo”, en la que participaron, además de Castillo, Fernando Gambera, secretario de Relaciones Internacionales del PIT-CNT, y Alejandro Ruibal, director de la constructora Saceem.

Orsi contó una anécdota como disparador de la charla: recordó que una empresa transnacional le había pedido una reunión para plantearle que “estaba tentada de irse a Paraguay. Algunos factores de nuestro trabajo les eran inconvenientes”, y mencionó el ausentismo. Luego dijo que finalmente la empresa no se fue del país. Con ese caso como ejemplo, preguntó a los participantes si era una realidad en Uruguay la comparación con Paraguay. Castillo dijo que se ha repetido en algunas actividades económicas, y mencionó particularmente que, en la industria frigorífica, algunas empresas “han puesto como condición cambiar las reglas del juego, los laudos y las categorías, porque si no ‘los números me dan que cierro y me instalo en Paraguay, para tener más ganancia, más producción, ser más eficiente’”, explicó, citando a los empresarios.

Ruibal, de Saceem, dijo que en Paraguay no sólo los costos laborales son más bajos, sino “también los impuestos”, y aseguró que Uruguay debe plantearse “cómo competir con competidores desleales, que hay en todo el mundo, en América Latina, Asia, Europa”. Castillo dudó de que exista en el país vecino “la misma certeza jurídica” que en Uruguay. El director de Trabajo aseguró que Uruguay debe competir en calidad, mientras que Ruibal afirmó que el país debe lograr ser “más eficiente”.

Los representantes sindicales y los empresariales también hablaron, en la mesa, sobre la productividad. Gambera dijo que no es sencillo avanzar en indicadores por productividad en todas las áreas de trabajo, en particular en la de servicios -se preguntó cómo medir la productividad en las actividades educativas-, mientras que Ruibal aseguró que la “barrera” que existe para poder discutir sobre productividad es la confianza. “Nosotros tenemos un miedo bárbaro de mostrar los números; también tenemos nuestras razones, porque cuando vos mostrás información, ya no la tenés y la tiene otro, que se hizo fuerte”, explicó. Consideró que el concepto de productividad en Uruguay “está verde”, y para avanzar es necesario “trabajar la confianza, que es mutua: ‘Yo te muestro [los números], pero vos los cuidás’. Hoy en día no están dadas las condiciones para lograr eso”.