Todavía no está claro en qué consiste la información ni cómo se procederá con su sistematización a nivel institucional, pero el dato lo manejan desde hace algunos días varias personas vinculadas a las causas que investigan las violaciones a los derechos humanos: el Grupo por Verdad y Justicia habría accedido hace pocas semanas a importante documentación de archivo que se encontraba en la sede de Fusileros Navales (Fusna), dependiente del Comando General de la Armada y donde funcionó un centro de reclusión y torturas durante la última dictadura militar. La información a la que se accedió, según pudo saber la diaria, podría ser útil, entre otras cosas, para el juicio por el Plan Cóndor que comenzó en Roma en febrero y que tiene como imputados a ex militares y civiles uruguayos, entre ellos el capitán de navío Jorge Tróccoli.

Tróccoli, junto a otros efectivos de la Armada, está siendo investigado como responsable de la desaparición de militantes de los Grupos de Acción Unificadora (GAU) que se encontraban exiliados en Buenos Aires, y también por ser uno de los impulsores, dentro del Fusna, de un controvertido mecanismo de inteligencia y manejo de la información conocido como “La Computadora”, que copió una experiencia similar que se aplicó a partir de 1977 en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) de Argentina, en aquel caso denominado “La Pecera”. ¿En qué consistían estas prácticas? Básicamente, algunos prisioneros empezaron a trabajar para los militares en tareas supuestamente “administrativas” vinculadas a la sistematización de información y otras tareas de inteligencia (evaluaban, por ejemplo, la veracidad de las confesiones de otros rehenes que conseguían los represores bajo régimen de tortura). En el caso de “La Computadora”, hubo colaboradores que venían de los GAU, comunistas y tupamaros; algunos de ellos continuaron con esas tareas casi hasta la salida democrática. Una de las hipótesis que se manejan es que las carpetas a las que habría accedido el Grupo por Verdad y Justicia sería la que procesaron en su momento en “La Computadora”, aunque esto no está confirmado. Otros materiales importantes que podrían hallarse en la Armada, según explicaron los informantes, serían el archivo del S2 del Fusna (la Dirección de Inteligencia) y el legajo completo de Tróccoli, que sería clave para la causa que está en curso en Roma.

En cualquier caso, la aparición de nuevos materiales vinculados a las acciones represivas en el Fusna pondrían en cuestión un informe que presentaron los mandos militares en 2005 ante el entonces presidente Tabaré Vázquez, en el que la Armada directamente negaba que en ese lugar las torturas y los apremios físicos hayan sido prácticas “sistemáticas”.

Consultado por la diaria acerca de la aparición de estos archivos en la Armada, el coordinador del Grupo por Verdad y Justicia, Felipe Michelini, se limitó a responder: “Como grupo de trabajo estamos haciendo todo lo que tenemos que hacer, y hay algunas líneas de acción que por ahora no entendemos necesario explicitar. Estamos haciendo cosas, tenemos un plan estratégico que venimos cumpliendo. Sobre esa pregunta en particular que ustedes me hacen, no tengo nada para comentar por el momento”.