El juez federal argentino Marcelo Martínez de Giorgi declaró “en rebeldía” a la presidenta de la asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y emitió una orden de detención en su contra por haberse negado a asistir a la declaración indagatoria a la que había sido citada en el marco de la causa Sueños Compartidos. Sin embargo, unas horas después y gracias al respaldo masivo que despertó la resistencia de la activista, el juez postergó el interrogatorio y derivó la detención al Ministerio de Seguridad, informó el diario Página 12.

De Bonafini había faltado a la primera citación del juez, y existía la posibilidad de que la Policía la condujera obligada a declarar. Ayer, alrededor de las 14.30, la Policía Federal se dirigió a la sede de Madres de Plaza de Mayo para detenerla y allanar el edificio. Pero decenas de militantes se aglomeraron en la puerta y lo impidieron. De Bonafini logró salir en una camioneta y se dirigió a la Plaza de Mayo para participar en la ronda tradicional de los jueves.Una vez ahí, la dirigente dijo que la orden judicial fue “una vergüenza”. Agregó: “No sé qué va a pasar, no sé hasta dónde son capaces de llegar, pero con el mismo valor de nuestros hijos, con la misma bronca y con la seguridad de que el único camino es el proyecto nacional y popular de [la ex presidenta] Cristina [Fernández] vamos a enfrentar a esta Justicia corrupta”. Agregó: “No les tememos a estos hijos de mil putas”.

De Bonafini fue imputada en la causa por el desvío de fondos públicos para la construcción de viviendas sociales mediante el programa Sueños Compartidos, del Ministerio de Planificación, que era administrado por la Fundación Madres de Plaza de Mayo.