La estadística en sí misma es una herramienta poderosa que sirve para promover cambios, fundamentar la aplicación de diversas políticas, proyectos y programas, así como también para tomar conciencia de la realidad social en un determinado tiempo y espacio.

Las estadísticas de género son relativamente nuevas, se definen como el campo de las estadísticas que corta transversalmente los campos ya existentes y tradicionales de manera de identificar, producir y difundir las estadísticas que reflejen las realidades de vida de mujeres y hombres, niñas y niños y las políticas relacionadas con la igualdad de género.

La transversalización implica una estrategia destinada para promover la igualdad de género, se aplica para que las desigualdades no persistan, por lo tanto no podemos limitarnos al logro de que las mujeres participen más en los diversos ámbitos de la sociedad. Se busca transformar las estructuras sociales e institucionales desiguales en otras más justas e igualitarias, apuntando a un momento o etapa determinada.

Su cometido principal es visibilizar las desigualdades, brechas, barreras e inequidades en todas las esferas de la sociedad, cumplen el rol de eliminar estereotipos, son esenciales para la formulación de políticas y en el seguimiento hacia el avance de la igualdad plena. Construyendo indicadores adecuados, la base imprescindible para este análisis es contar con datos desagregados por sexo, pero no basta sólo con esto, sino que se debe visibilizar, estudiar y publicar el motivo por el cual se da dicha situación, es necesario preguntarse porqué existen y la forma como se deben reducir esas brechas, se detecta el lugar de las relaciones de poder entre ambos y se identifican los ajustes que se deben llevar adelante por las instituciones. A modo de ejemplo, es preciso discriminar los homicidios por sexo, pero además es necesario conocer información del perpetrador y el vínculo que tenía con la victima para poder conocer si ocurrió en la órbita familiar o si fue por un desconocido.

El Estado se encuentra ampliamente comprometido a producir estadísticas de género desde sus respectivos Institutos de Estadística. En Uruguay si bien se ha avanzado en la producción de las estadísticas de género, el Instituto Nacional de Estadística (INE), que es el Órgano rector del Sistema Estadístico Nacional y quien produce las estadísticas oficiales del país no tiene creado un Área de Estadísticas de Género, así como no cuenta con personal especializado que se dedique específicamente a este tipo de estadísticas y que además esté en constante formación.

Hasta el momento las estadísticas de género que se han desarrollado en los últimos años y que han sido lideradas por el INE, son las siguientes: Encuesta de Uso del Tiempo y Trabajo no Remunerado – Módulo anexo a la Encuesta Continua de Hogares (ECH) 2007. Encuesta de Uso del Tiempo y Trabajo no Remunerado - 2013. La medición fundamentalmente del trabajo no remunerado por medio de estas encuestas permite reconocer la contribución que las familias y las mujeres realizan a la provisión de bienestar social. Se visibiliza la división sexual del trabajo al interior de las familias, se cuantifica la carga de trabajo remunerado y no remunerado que se lleva a cabo para vivir en las condiciones actuales. Encuesta de Violencia Basada en Género y Generaciones (EVBGG) - 2013. Dirigida a mujeres de 15 años o más, a nivel del país urbano (de 5000 habitantes o más) se midió la prevalencia de la violencia física, sexual, económica y psicológica. encuesta Telefónica sobre Salud Sexual y Reproductiva (ETSSR) - 2016. El objetivo de ésta es avanzar en la compresión de las decisiones reproductivas de las mujeres y los varones uruguayos, dirigido ha individuos entre 15 y 44 años de edad residentes en el país urbano.

La ECH ha incluido en los últimos años con respecto a la pregunta (37)¿Tiene conyugue o pareja en este hogar?, la categoría que refiere a (39) Unión libre con pareja del mismo sexo como posible respuesta, esto fue ineludible desde el momento que nuestro país reconoce la unión de parejas del mismo sexo, pero no es suficiente. Si queremos conocer la composición de la sociedad y su Diversidad sólo divisamos a quienes están viviendo con pareja del mismo sexo, quienes no se encuentren en dicha situación quedan invisibilizados. Hay quienes pueden objetar que a la ECH sólo le interesa relevar el sexo a nivel la de población, pero de ser así, de tomar esto como válido, se debería plantear la problemática para poder instrumentar mecanismos que den cuenta de esta realidad social, ya sea incluyendo nuevas categorías de relevamiento en cuestionarios ya existentes o generando estadísticas específicas.

En donde se han implementado leyes y reglamentos que dicen garantizar la igualdad y que protegen los derechos humanos, las personas tienden erróneamente a creer que se ha alcanzado la igualdad y se subestima el grado real de discriminación existente, son las estadísticas de género quienes muestran esta realidad. En función de esos problemas que se logran divisar se formulan propuestas en respuesta a esos problemas específicos que se dan en la sociedad, que afectan en forma diferenciada a mujeres y hombres en los distintos ámbitos de la vida.

Las estadísticas son siempre un instrumento eficiente para apoyar la toma de decisiones políticas, para evaluar los resultados de aquellas políticas que ya han sido implementadas, permiten monitorear los avances y detectar las posibles fallas, estancamientos o retrocesos de estas acciones para promover la igualdad de género. Exponen la posición en términos cuantitativos en que se encuentran mujeres y hombres frente a un determinado fenómeno y en un tiempo determinado, permite medir la relación entre estas posiciones y la magnitud de la distancia que hace falta para lograr alcanzar la equidad.

La difusión de las estadísticas de género permiten que la opinión pública se sensibilice y logre visualizar las desigualdades existentes, se les quita el velo de naturalidad a las desigualdades de género, promoviendo un cambio de roles y de estereotipos que se encuentran muy arraigados en la sociedad.

Las estadísticas de género proporcionan cifras de la realidad en tanto la participación y contribución de las mujeres y los hombres a la sociedad sean medidas y valoradas correctamente. Se necesita voluntad política, destinar presupuesto económico y además personal específico que esté en permanente formación para que fortalezca los programas de estadísticas de género. Es muy importante que se incluyan como prioridad política nacional las igualdades de género, para que se efectivicen las estadísticas de género, pues éstas no son solo necesarias para formular políticas públicas eficientes, sino que además cumplen un papel de suma relevancia en cuanto al reconocimiento y defensa de los derechos humanos.

De Cotidiano

Esta columna fue escrita para Cotidiano Mujer en el marco de “Ni más, ni menos”, espacio de análisis político con enfoque de género en el que estudiantes avanzados de la Licenciatura en Ciencia Política (Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República) hacen su pasantía de egreso.