En un rincón de la Torre de las Telecomunicaciones, un grupo de unos diez jóvenes en edad liceal rodea un televisor enorme en el que se ve jugar el clásico español: Fútbol Club Barcelona versus Real Madrid. Los goles se festejan o se abuchean, como en cualquier partido, con la diferencia de que los directores técnicos manejan a los jugadores desde los controles de un PlayStation 4 (PS4), el último modelo de la consola de Sony. Faltan diez minutos y van empatados 1-1. Los gráficos del FIFA 16 son más que realistas, incluyendo los gestos, los abrazos de gol, las protestas, las caídas al pasto exageradas ante una presunta falta, los rostros de los jugadores, que son del mundo real: están Neymar y Luis Suárez, que no viene con la habilidad de morder.

Se espera que con la conectividad de Antel se duplique año a año la cantidad de jugadores online, dijo en conferencia de prensa Andrés Tolosa, presidente de la compañía estatal, mientras los jóvenes intentaban desempatar. Era el lanzamiento de Antel Gamers, un torneo abierto a jóvenes de todo el país de entre 12 y 25 años. Las inscripciones para la primera etapa están abiertas hasta el 15 de agosto; luego habrá un clasificatorio por departamento y, el 3 de setiembre, la semifinal y la final se disputarán también en la sede de Antel, en un evento que incluirá exposiciones y charlas a cargo de programadores uruguayos de videojuegos, además de sorteos.

En lugar de copa, el ganador se llevará dos pasajes con alojamiento para participar en el Buenos Aires Game Show, más una consola PS4. “Soñamos con que, algún día, cuando esté pronto Antel Arena, podremos llenar el estadio con un torneo de estas características”, expresó Tolosa. También va sobre ruedas, aseguró, el cable submarino que se construirá en asociación con Google y que unirá Maldonado con Estados Unidos en el segundo semestre de 2017.

Kairo, que controla a Real Madrid, juega desde la versión 2013 de FIFA y se jacta de tener un cuadro más potente, pero reconoce que su contrario, Christian, fue un mejor estratega a la hora de colocar a los jugadores en sus posiciones. Mientras lucha por acercarse al arco del oponente, sin mucho éxito, cuenta que en el juego no está la liga uruguaya, pero sí la argentina. Los dos tienen pensado inscribirse en el torneo y muestran entusiasmo, pero el ánimo de Christian está un poco más arriba: el Barça termina ganando 2-1 en los descuentos.