Las acusaciones por el caso Petrobras se reiteraron el fin de semana y abarcaron al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, al presidente en funciones, Michel Temer, y al actual canciller, José Serra, los tres de distintos partidos políticos. El viernes se divulgó un documento de la Fiscalía según el cual Lula “participó activamente” en la red de corrupción en la petrolera estatal de Brasil. La Asesoría de Prensa de Lula respondió en un comunicado que él “siempre actuó dentro de la ley” y que los fiscales llevan adelante una “campaña de difamación y persecución” en su contra.

El sábado, la revista Veja publicó que el empresario Marcelo Odebrecht, que fue procesado por el caso Petrobras y que llegó a un arreglo con la Justicia para delatar a otros responsables, dijo que Temer fue uno de los beneficiados por las coimas y que recibió aportes a la campaña de su Partido del Movimiento Democrático Brasileño de 2014. En un comunicado, Temer respondió que el “auxilio financiero” de Odebrecht a su campaña fue declarado a las autoridades electorales.

También Serra dijo que actuó de manera legal, después de que ayer el diario Folha de São Paulo publicó que, según ex directivos de Odebrecht, en 2010 él recibió un aporte de siete millones de dólares provenientes de la red de Petrobras para su campaña como candidato a la presidencia por el Partido de la Social Democracia Brasileña.