El viernes de mañana la empresa pegó primero. En un comunicado público, denunció que había quedado “rehén de una medida gremial absolutamente injustificada y violatoria de los convenios colectivos debidamente acordados”, y se quejó de que, “por cuarta vez en el año”, la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA) abriera el clearing de envases, “en detrimento de la seguridad de los consumidores”. En ese marco, la empresa se quejó de la “actitud omisa del MTSS frente a la violación de los convenios colectivos acordados” y de la “sistemática lesión por parte de la URSEA a la inversión de Riogas”, y anunció que tomaría las “acciones judiciales pertinentes a los efectos de que el Estado responda por su actuación”.

La respuesta del MTSS llegó el mismo viernes, en un comunicado que, explicaron fuentes de la cartera, busca aclarar que fue Riogas la que no cumplió con las clausulas de paz del convenio del sector (firmado por empresarios y trabajadores y con la abstención del gobierno) y que el MTSS no estuvo omiso. El comunicado recuerda que el convenio establece que, “de adoptarse medidas gremiales [tanto empresariales como del sindicato], serán comunicadas por escrito [...] con una antelación no menor a 48 horas”. La empresa, explicó una fuente del MTSS a la diaria, “despidió sin previo aviso”.

El conflicto empezó tras el despido de tres trabajadores que manipularon un arma de fuego en un local de Maldonado. Luego la empresa cerró un turno de la planta de envasado, prescindiendo así de los servicios de otros 11 trabajadores. El SUTS, en respuesta, paralizó los servicios de Riogas.

En el comunicado, el MTSS exhorta al cumplimiento de las cláusulas de paz y de “toda la normativa laboral y de seguridad social” e “insta a las partes afectadas por la problemática a alcanzar de manera autónoma un acuerdo”.

Además, recuerda que hubo 19 reuniones tripartitas y que la cartera “no tiene competencia para imponer coactivamente su voluntad”, ni es “árbitro en los conflictos colectivos de trabajo, ni corresponde que se adhiera a una u otra parte”. Tras recordar que el caso no amerita limitar el derecho de huelga (declarando la esencialidad del servicio), el MTSS niega haber estado omiso y rechaza los “agravios a las autoridades uruguayas y a la normativa nacional, emitidos vía la red social Twitter, atribuidos al Sr. Gustavo Anselmi, uno de los principales accionistas de la empresa Riogas S.A.”. Anselmi había escrito varios tuits, que luego borró: “Los sindicatos hacen lo que quieren con el país. Se convirtieron en el nuevo Poder Ejecutivo. Nadie los frena”.

Dime cuánto ganas

Pero el sábado la empresa jugó otra carta: el diario El País publicó una lista de los salarios que paga a sus trabajadores: desde 57.000 pesos a los “pisteros de puesto” hasta 246.000 pesos a los “choferes de granel”. Los sueldos, en pleno conflicto sindical, repicaron en las redes sociales. Pero Fabio Riverón, presidente de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercios y Servicios (que el SUTS integra), dijo que la jugada de Riogas fue para “enredar la piola y embarrar la cancha”: “Nunca hubo un reclamo salarial en este conflicto. Los salarios son los acordados y son verdaderos”. Riverón aprovechó para subir la apuesta: pidió que Riogas publique “los salarios de los cargos directivos y gerenciales y los balances de la empresa”.

Y aunque la relación entre la empresa y el MTSS se tensó en los últimos días, tanto la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios como el SUTS apuestan a que sea la cartera la que convenza a Riogas de ceder. El MTSS le había propuesto reincorporar a los trabajadores que manipularon el arma -sanción mediante-, pero Riogas no aceptó. “Es el MTSS el que tiene las mejores condiciones para encontrar una salida”, dijo Riverón. El ministerio confirmó a la diaria que no prevé ninguna reunión para hoy con la firma. La que sí se reunirá hoy será la Asociación de Distribuidores de Supergás, que, según El País de ayer, declaró estar “en medio del peor conflicto en la historia de la distribución de supergás en Uruguay”.