El canciller Rodolfo Nin Novoa fue el encargado de dar la noticia: “Uruguay se agranda en 83.000 kilómetros cuadrados”. Esto no supondrá adquirir territorio argentino, brasileño ni de ningún otro país del mundo, sino aumentar la plataforma continental hasta casi 300 millas, gracias a una autorización de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Conmevar), que había sido tramitada por Uruguay desde 2009. Según el artículo 70 de la Convemar -un tratado ratificado por 160 países-, a cada país le corresponde una extensión de 200 millas náuticas, con un máximo de 350 millas si la geografía lo permite.

La noticia, dijo Nin en una conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros, fue confirmada el 30 de agosto. Esta extensión no es lineal, sino que varía en función de los “límites laterales con Brasil y Argentina”. Tampoco significa que la zona marítima uruguaya “se estire de 200 a 300 millas, sino que se asignan derechos exclusivos sobre lo que hay debajo de esa plataforma. Nadie puede hacer nada sin la autorización de Uruguay”. Esta área, explicó el canciller, no significa una extensión de la zona de pesca: “Es para seres vivos sedentarios, como el plancton”.

El canciller también dejó en claro los intereses que puede tener el país con esta extensión de su plataforma marítima: “Tenemos muchos derechos, como la prospección y exploración de gas y petróleo. Eso va a requerir la preparación, por parte de varios ministerios, de equipamiento y de adquisición de naves. Hay una cuestión de beneficios muy importante”.

Nin aprovechó la oportunidad para anunciar que mañana se firmará la adjudicación de la licitación para el dragado del canal Martín García. “Merced al cambio de las relaciones con Argentina, hemos podido llegar a este acuerdo”, destacó. Según dijo, en primera instancia se dragará a 32 pies, por medio de una draga importante de la firma Boskalis. “Después vamos a hacer un llamado para el mantenimiento y la profundización a 43 pies”, agregó.