En una charla que tuvo lugar el viernes en el subsuelo de la Dirección Nacional de Energía del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Antonella Tambasco, asesora de esa oficina, disertó, en el marco del Día del Futuro, sobre los desafíos del sector del transporte en la línea de la eficiencia energética. De acuerdo a datos de 2014 del MIEM, el parque automotor nacional estaba compuesto en 44,3% por motos (553.886), 31,3% de automóviles (390.863), 12,3% de camionetas (153.671) y 4,3% de camiones (53.741). Los ómnibus de Montevideo, del interior, interdepartamentales e internacionales de otros usos eran 6.240, 0,49% del total del parque, y taxis y remises (5.926) representaban 0,47%.

A pesar de su escasa participación en el parque automotor, el sector del transporte es el que más utiliza combustibles fósiles en Uruguay, motivo por el cual el MIEM analiza las potencialidades en este sector para “integrar fuentes y modos, a efectos de conseguir un mix óptimo en el transporte de pasajeros y de carga”, que tenga menores efectos sobre el entorno. “Ya relevamos las tecnologías disponibles a nivel nacional y vimos cómo había sido su penetración en otros mercados, y ahora vamos a ver cómo se adecua a Uruguay lo hecho en otros países más avanzados y qué políticas sería necesario llevar a cabo”, afirmó la ingeniera química.

Esto se está trabajando en conjunto con los ministerios de Transporte y Obras Públicas, de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) y de Economía y Finanzas, y con UTE, ANCAP y la Intendencia de Montevideo (IM), a efectos de “no duplicar esfuerzos” y, además, generar acuerdos previos para que la instrumentación sea más aceitada.

Pruebas piloto

Las alternativas eléctricas tienen varias ventajas; una de ellas es que permiten trabajar a partir de un sistema de baterías mediante el cual es posible cargarlas de noche y “aprovechar así los excedentes de energía eólica”.

Durante 2012 y 2013 UTE y la IM llevaron a cabo diversas pruebas piloto en un taxi y un ómnibus 100% eléctricos. La ventaja sustancial que brindó el taxi hizo avanzar a la comuna en una rápida licitación de chapas para taxis eléctricos, lo que llevó a que al día de hoy haya cuatro en funcionamiento. También se puso en funcionamiento, en junio, un ómnibus de la empresa CUTCSA que alterna su recorrido por toda la ciudad y es 100% eléctrico.

Los taxis y remises eléctricos presentan una autonomía de 350 kilómetros (km) y un consumo de 0,23 kilovatios hora por km (kWh/km), con una capacidad de carga de 81 kWh que se realiza en casi tres horas. Los estudios indican que la inversión tendría un retorno de 20% a partir de los 200 km recorridos por día.

Por otro lado, el análisis para vehículos utilitarios arrojó una autonomía de 130 km para un consumo de 0,21 kWh/km y una capacidad de 22 kWh en la batería, que demora ocho horas en cargarse. En este caso, lo más relevante es la reducción de costos por km recorrido: un vehículo eléctrico no llega a gastar 10% de lo que gasta un vehículo a nafta; 0,38 y 4,25 pesos en cada caso. Tambasco resaltó que estos son elegibles para la Ley de Inversiones, por medio de la cual se puede exonerar los Impuestos a la Renta de las Actividades Económicas y al Patrimonio, y así “aliviar la inversión realizada”.

En cuanto al ómnibus, en sus tres meses de funcionamiento “verificó los rendimientos ya analizados durante la prueba”, afirmó la asesora del MIEM. En este caso, la autonomía es de 252 km, el consumo es de 1,26 kWh/km, la capacidad de la batería es de 324 kWh y el tiempo que se necesita para cargarla es de cinco horas. Según las comparaciones realizadas, el ómnibus eléctrico consume la tercera parte de energía por km que el ómnibus a gasoil y gasta entre seis y ocho veces menos por km recorrido.

Que hay lugar

“Hacia un modelo sostenible de movilidad para Montevideo y área metropolitana” se llama el proyecto del MIEM y el MVOTMA financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que busca el “cambio cultural” hacia “el uso masivo del transporte público e impulso de transporte activo”, así como la “electrificación en el sector de transporte”.

El piloto que se pretende empezar a implementar en julio del año próximo y a lo largo de tres años incluye la incorporación de cuatro nuevos ómnibus eléctricos a la red, en condiciones de operación rutinaria -tal como el que circula actualmente-, el análisis del tipo, uso y disposición de baterías eléctricas, así como de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del transporte y el fomento de vehículos utilitarios eléctricos.

Para esto, el MIEM imparte cursos de capacitación para el transporte colectivo y de carga en las empresas; no obstante, Tambasco consideró que este debe ser “un trabajo continuo, porque no es algo que sea una prioridad a tomar en cuenta por el empresariado”.

Por otro lado, en el sector residencial se están llevando a cabo diversas campañas de concientización en los medios y una encuesta de “usos, consumos y rendimientos del parque asociado a los hogares”.

A su vez, se normalizó la obligación a etiquetar todo auto que se comercialice en el país -sea importado o fabricado acá- según el Programa de Etiquetado Eficiencia Energética. “Falta aún reglamentarlo, pero la idea es que el consumidor tenga en cuenta esta información en su decisión de compra”, explicó Tambasco.

En cuanto a las medidas de impacto económico, se modificó el Impuesto Específico Interno para la promoción de tecnologías híbridas y eléctricas, ya que se entendió que en el caso del vehículo utilitario “era una competencia exclusiva de precios”. También se exoneró la tasa global arancelaria para la importación de vehículos eléctricos livianos de pasajeros y se limitó la compra de cilindradas dentro del Estado.

Además de estas ventajas y facilidades de acceso, Tambasco hizo notar que este tipo de vehículos implica un desarrollo de infraestructura, “ya sea para la carga como para tendidos”, además de un mantenimiento distinto al de un vehículo convencional y nuevas alternativas para su disposición final.

Actualmente, los vehículos eléctricos en marcha se están cargando en el mismo lugar donde el vehículo es guardado, “por un tema de que si son menos de diez eléctricos, la infraestructura actual resiste, aunque es probable que se tenga que cambiar la potencia contratada”, explicó. Aun así, existe un punto de carga de UTE en la oficina de la calle Rondeau, y la asesora aseguró que “la empresa tiene la intención de seguir expandiendo esto”.

También se adelantó que UTE firmaría un convenio con la UTU para comenzar a dictar cursos de mecatrónica, una disciplina que une la ingeniería mecánica con la electrónica y la informática, a efectos de que los técnicos egresados tengan formación en tecnología. Se estima que el proyecto pueda estar en marcha para 2018, y también se está estudiando la posibilidad de incorporarlo a la Universidad Tecnológica.