“En Uruguay, más de 500.000 personas tienen algún tipo de discapacidad”, dicen los videos de la campaña que lanzó el Ministerio de Turismo (Mintur) con motivo del Día Mundial del Turismo de las Naciones Unidas, que se celebró ayer, bajo el lema “Turismo para todos”, y con el objetivo de promover la accesibilidad universal. Los cuatro videos de la campaña presentan a Fernando, un adulto mayor que se desplaza con ayuda de un bastón y encuentra un hotel accesible en donde se puede meter en una piscina climatizada; Fabiana, una joven celíaca que halla un restaurante donde almorzar sin gluten; Ezequiel, un muchacho con baja visión que se “escapa a Piriápolis”, y Ruben, un hombre que a raíz de un accidente laboral quedó parapléjico y al que le gusta recorrer el interior en sus vacaciones. “Gracias por tu testimonio, y a todos aquellos que contribuyen a que Uruguay sea un destino un poco más accesible”, dice al final de los cuatro videos una voz en off. En todos los videos, los protagonistas reconocen que hay muchos más lugares accesibles que antes, pero expresan su deseo de que en el futuro sean muchos más. La campaña se realizó con la colaboración de organizaciones como la Asociación Celíaca del Uruguay, la Cooperativa de Trabajo de Traductores e Intérpretes de Lengua de Señas Uruguaya, la Unión Nacional de Ciegos del Uruguay y las intendencias de Canelones y Colonia.

Uruguay creó en 2015 el Grupo de Trabajo de Accesibilidad Turística, en el que el Mintur ha coordinado acciones con otros organismos, como el Programa Nacional de Discapacidad (Pronadis) del Ministerio de Desarrollo Social. Según informa el propio Mintur en su portal, el grupo concibe la accesibilidad turística “como expresión de la inclusión” para garantizar el ejercicio del turismo como derecho humano, así como “la oportunidad de negocio y diversificación de la oferta”. Su plan apuesta a la sensibilización a nivel de todo el país, a la elaboración de un diagnóstico de situación para impulsar las buenas prácticas, y a la capacitación propia y de los agentes del rubro.

Mucho más que una rampa

En este marco, la titular del Mintur, Liliam Kechichián, dijo que “falta mucho todavía para que el Uruguay pueda ser considerado un país totalmente accesible”. “Estamos trabajando fuertemente con los operadores. A veces, cuando hablamos de inclusión, hablamos sólo de la pobreza, vinculada al turismo social de los que menos tienen económicamente, pero Uruguay tiene 10% de personas con discapacidad, y, en el mundo, la persona con cierta discapacidad que encuentra un destino amigable vuelve acompañada. También es un muy buen negocio para los operadores turísticos”, expresó la ministra a la Secretaría de Comunicación Institucional de Presidencia.

Kechichián agregó que están tratando de “concientizarlos” para que pongan a disposición “productos específicos para este segmento de la población”. “Uruguay está en camino a ser un destino amigable. Hemos hecho algunos avances en las personas vinculadas a la baja visión, también con los sordomudos y con las personas con cierta discapacidad motriz, pero la discapacidad es mucho más que una rampa”, enfatizó la jerarca. Contó luego que el Mintur viene trabajando “mucho con Noruega, y con un uruguayo en Noruega” que “manda contenedores con boyas para los ciegos, sillas con flotadores para las personas con discapacidad” que han sido distribuidas entre las intendencias. “Pero sólo eso no alcanza. Falta una política más definida, que la tenemos, pero la tenemos que consensuar con el sector privado”, concluyó.

Ayer, en cadena de radio y televisión, Kechichián dijo que “las políticas de Estado construidas en diálogo con el sector privado son las que han permitido y garantizado el desarrollo y el crecimiento del turismo”. La ministra destacó la creación de “nuevos productos para conquistar nuevos mercados” y la descentralización de la gestión del Mintur, que hoy “permite tener turismo en todo el territorio nacional y no sólo en la Costa Atlántica”. Luego expresó que han iniciado acciones “para hacer que el turismo sea accesible a la mayor cantidad de ciudadanos”. “El Sistema Nacional de Turismo social favorece el disfrute del tiempo libre y la recreación por medio de los programas de viajes para adultos mayores, trabajadores, jóvenes, estudiantes y quinceañeras, beneficiando principalmente a los sectores de la población de bajos recursos y de pequeñas poblaciones. Son unas 90.000 personas al año las que nos han demostrado que esta propuesta valió la pena”, agregó.

Finalmente, Kechichián destacó que el turismo “se ha transformado en una actividad económica de primer nivel” y “distributiva por excelencia”, que ocupa a “pequeñas y medianas empresas” y emplea “fundamentalmente a jóvenes y a mujeres”. “El turismo aporta al ingreso de divisas, a la generación de infraestructura, al desarrollo cultural y social, y a la mejora del relacionamiento humano”, concluyó.