Las autoridades electorales de Venezuela anunciaron que el referéndum revocatorio del mandato de Nicolás Maduro se llevaría adelante a mediados del primer trimestre de 2017, si se cumple la etapa de reunir las firmas de 20% del padrón electoral entre el 26 y el 28 de octubre. Al recibir la noticia la oposición convocó a protestas, porque si el referéndum tiene lugar después del 10 de enero, aunque el mandato de Maduro sea revocado, ya no se llamaría a elecciones anticipadas, sino que el presidente sería reemplazado por su vice, Aristóbulo Istúriz, y el oficialismo gobernaría hasta comienzos de 2019.

Además, la oposición está desconforme con las condiciones establecidas para la recolección de firmas. El Consejo Nacional Electoral puso a disposición 5.392 máquinas que registrarán las huellas digitales y se instalarán en 1.356 centros de votación. La oposición había pedido 19.500 máquinas en 6.500 centros. La autoridad electoral también advirtió que se deberá reunir el apoyo de 20% del padrón en cada estado del país.

Mientras la oposición reaccionaba con indignación ante lo que considera un intento de Maduro de evitar que se lo aparte del poder, algunos integrantes del oficialismo cuestionaban la convocatoria opositora. “Es imposible que se realice un referendo revocatorio en 2016 y, por el hecho de que se hayan perpetrado tan grandes hechos delictuales, es imposible que se celebre en 2017”, dijo Jorge Rodríguez, dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela, según informó la agencia Reuters. El dirigente mencionó que en la primera etapa de recolección de adhesiones aparecieron como firmantes 10.995 personas fallecidas y 9.333 credenciales “inexistentes e inventadas”.