El presidente Tabaré Vázquez dio hoy su discurso en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). “Todos los asuntos a los que referí entonces, hace un año, siguen planteados en los mismos términos y algunos casos en términos más graves aún”, dijo al inicio de su oratoria, y luego habló de “las enfermedades no transmisibles, principalmente cardiovasculares como el cáncer, la diabetes y las patologías pulmonares crónicas”, temas que consideró relevantes, ya que, según datos de la Organización Mundial de la Salud, constituyen la principal causa de muerte en todo el mundo.

“¿Cómo no diseñar entonces y ejecutar estrategias que lleven a controlar el consumo del alcohol, del tabaco y para promover hábitos de vida saludables como la dieta sana y ejercicio físico?”, se preguntó retóricamente, y luego se refirió al juicio contra la tabacalera multinacional Phillip Morris, que se dirimió en junio, a favor de Uruguay, en el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones. “Su razón fundamental era castigar a un pequeño país como es Uruguay, que sea ha propuesto controlar el consumo de tabaco y trabajar fuertemente por la salud y el derecho a la vida de nuestra gente. Un escarmiento ejemplarizante quiso hacer esta empresa sobre nuestro pequeño país para que todos los países que están instrumentando políticas similares o se disponen a instrumentar políticas similares aprendieran”, agregó.

También felicitó al gobierno de Colombia y a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia por el acuerdo de alto al fuego, se refirió al embargo económico, comercial y financiero que Estados Unidos mantiene sobre Cuba como “injusto” y reclamó su levantamiento definitivo, y mencionó las “complejas situaciones institucionales y políticas planteadas en varios países hermanos”. “Como buenos hermanos deseamos que dichas dificultades se resuelvan soberanamente sobre bases de institucionalidad, democracia y diálogo sereno, respetuoso y franco entre las partes involucradas. La voluntad de los ciudadanos, la voluntad de los pueblos debe ser profundamente respetada”, concluyó.