Cuatro departamentos pagaron las consecuencias más duras de la tormenta que el miércoles afectó al país en distintas horas de la jornada. Canelones, Montevideo, Rivera y Rocha se llevaron lo peor de la tempestad y ahora trabajan a ritmo excepcional para poder recuperarse.

Las cinco personas que habían sido evacuadas en Paysandú ya regresaron a sus hogares. En tanto, al mediodía de ayer todavía había 8.500 clientes de UTE sin energía eléctrica. “Está finalizando la fase de atención a la emergencia y mitigación”, dice un comunicado publicado hoy por el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae). Esta etapa implica “brindar respuesta a las zonas afectadas y mitigar los riesgos asociados al evento”, con tareas como “retirar ramas, árboles y cables caídos, restablecer el servicio de energía eléctrica, dar albergue a las familias cuyas viviendas fueron afectadas, etc.”. Luego de esto se iniciará la fase de “reconstrucción”.

El número de heridos se mantuvo en 17 personas. El único que el miércoles fue considerado en estado “grave”, un niño de siete años que sufrió heridas por rotura de vidrios en Malvín Norte, “ya está estabilizado y fuera de peligro”, destaca el comunicado del Sinae.

En la capital los daños fueron visibles en toda la ciudad, pero uno de los “puntos críticos” fue el barrio Parque Batlle, asegura el Sinae. En total 16 cuadrillas de operarios se encargaron de reparar los inconvenientes. Jorge Cuello, responsable del Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (Cecoed) de Montevideo, explicó que la tarea de ayer consistió en “superar” las situaciones de emergencia, como “la liberación de calles obstruidas y la remoción de árboles que estaban tapando garajes y puertas de algunas casas”. El trabajo no es menor: la Intendencia de Montevideo (IM) recibió 400 denuncias de árboles y grandes ramas caídas, explicó el organismo en un comunicado. 92% de las denuncias provinieron de los tres municipios costeros: el B y el Ch acumularon cada uno 32%, mientras que el E alcanzó 28%.

El trabajo con los árboles se llevó el protagonismo de diez de las 16 cuadrillas, que trabajaron en coordinación con los equipos de los municipios. El comunicado de la IM asegura que dada “la magnitud y dispersión de ramas y hojas caídas, se prevé que los trabajos de levante y limpieza insumirán más de una semana”. En declaraciones a la prensa, el alcalde del municipio Ch, Andrés Abt, aseguró que la situación no volverá totalmente a la normalidad hasta dentro de un mes.

Las restantes seis cuadrillas (cinco de alumbrado y una de albañilería) se dedicaron a reparar la red de alumbrado público, ya que hubo caída de columnas y cables. La IM recibió 11 denuncias por afectación de alumbrado y seis por saneamiento.

En Canelones el temporal afectó principalmente la “zona costera”, desde Paso Carrasco a La Floresta, y en menor medida “el eje de la ruta 8 y el de la ruta 5, y la ciudad de Canelones”, explicó Leonardo Herou, referente del Cecoed de Canelones. Este jerarca destacó que la intendencia ya estaba preparada para la situación, porque había recibido el “aviso interno” del Instituto Uruguayo de Meteorología “tres o cuatro días antes”. “Ya teníamos todo activado, los protocolos y las coordinaciones”, describió.

Herou dijo que la comuna debió hacer intervenciones en 170 árboles, además de un trabajo de tendido eléctrico, solucionar problemas puntuales de drenaje en algunas zonas y enfrentar “voladuras de chapa” en Pando, Paso Carrasco y La Floresta. En total, utilizaron seis cuadrillas para el arbolado, aunque a partir de hoy se sumará un equipo del Ejército para “avanzar más rápido”. Ayer también comenzó la movilización de los “equipos sociales”, que son cuadros de “asistentes sociales y arquitectos que evalúan el estado de las casas más afectadas”, explicó. En el largo plazo, explicó, la intendencia trabaja en un “plan de forestación”, que no apunta a la sustitución de la flora actual, pero sí a una mayor presencia de “especies autóctonas”. “El eucalipto y el pino son árboles muy altos y muy inflamables”, explicó.

Rocha fue otro de los departamentos más afectados, al punto que su intendente, Aníbal Pereyra, describió la situación de parte de la capital como una “zona de guerra”. La situación ameritó que ayer se concretara una visita de la ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Eneida de León. La intendencia ayudó ayer con trabajos de limpieza que implicaron desde el retiro de árboles a la demolición de una casa que había quedado en “condiciones precarias”, explicó el referente del Cecoed de Rocha, Fausto de León. La turbonada, agregó, afectó únicamente a la ciudad de Rocha en “un polígono de unas 30 manzanas”, y a cerca de 90 fincas, en mayor o menor medida. Ayer comenzó la entrega de materiales del Sinae destinados a la refacción de las casas.

A diferencia de la zona costera, en Rivera la tormenta acechó a la capital del departamento cerca de las 19.00. Gustavo Guedes, responsable del Cecoed local, dijo que en total fueron 18 casas las afectadas, principalmente por voladuras de techo, lo que abarca a cerca de 50 personas. El funcionario indicó que el miércoles se recibieron 56 llamados por medio de la línea 911, y que ayer ya había comenzado la “segunda etapa” del proceso: hacer el relevamiento familia por familia con asistentes sociales, “conjuntamente con la denuncia policial para gestionar ante el Sinae la ayuda para Rivera”.