El Partido Radical, uno de los que forman parte de la alianza Nueva Mayoría, que gobierna Chile, proclamó el sábado a Alejandro Guillier como su candidato a la presidencia. De ese modo, este senador independiente se convirtió en el primer precandidato formal para competir en julio en la primarias de la coalición de centroizquierda.

El dirigente, que además es muy conocido por los chilenos como periodista de televisión, es el candidato oficialista que aparece con más apoyo en las encuestas. La semana pasada, un sondeo del Centro de Estudios Públicos lo colocaba en segundo lugar, con 13%, detrás del ex presidente de derecha Sebastián Piñera, de la coalición opositora Chile Vamos, que aparecía con 27% de intención de voto. En cambio, el ex gobernante Ricardo Lagos, que es uno de los dirigentes más conocidos del oficialismo y que ha manifestado su intención de ser candidato a la presidencia por Nueva Mayoría, apenas alcanzaba 5% de respaldo. El estudio mostraba también que quedan muchos votos por captar entre los indecisos, que representan casi la mitad de los consultados, 49%.

“Agradezco el apoyo, la confianza que me ofrece el Partido Radical. Por cierto, a su invitación le doy el sí, porque este será un matrimonio a largo plazo para salir adelante. Vamos a conquistar la mayoría y vamos a dar estabilidad a Chile”, dijo Guillier el sábado. Según informó la prensa chilena, durante el acto se presentó un video de apoyo al candidato en el que aparecían integrantes del Partido Radical pero también independientes, del Partido Socialista y del Partido por la Democracia, así como el secretario general del Partido Comunista, Juan Andrés Lagos.

Después el candidato habló ante unas 3.000 personas que gritaban: “Se siente, se siente, Guillier presidente”. Ante todos ellos, el senador defendió el gobierno de Bachelet y dijo que la presidenta “se hizo cargo de las demandas ciudadanas” y “cambió la agenda del país”, gracias a lo cual hoy se discuten en Chile “temas que eran absolutamente prohibidos hace cinco años”. El dirigente manifestó su voluntad de aprobar leyes de matrimonio igualitario e identidad de género para “lograr la plena inclusión de la diversidad sexual”, habló de la necesidad de mejorar la reforma de la educación impulsada por el gobierno actual y llamó a saldar “esa deuda histórica” con los pueblos originarios.

Guillier criticó el sistema jubilatorio de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), contra el cual los chilenos organizaron varias protestas durante 2016. “El sistema de AFP fracasó. El fondo de pensiones no sólo debe dar rentabilidad para que haya mejores pensiones, sino que tiene que ser el capital que invierte en el desarrollo del país [...]”, dijo. El candidato cuestionó que “45% del fondo previsional está invertido en el extranjero [...] y aquí no hay para salvar a Codelco”, la empresa estatal Corporacion Nacional del Cobre, que está en crisis.

También se refirió a los casos de corrupción que en los últimos tiempos involucraron a distintos dirigentes políticos chilenos y que “han desatado un clima de profundo malestar”. El dirigente dijo que hoy existe un “tremendo distanciamiento” entre los políticos y el resto de la gente. Sin embargo, Guillier, cuyo lema de campaña es “Gobernar con la gente”, respondió a quienes dicen que se presenta como alguien ajeno a la clase política: “No soy antipartido, no escondo mi condición de político, pero no quiero ser como aquellos que les quieren enseñar cómo es la cosa, porque no me convencen, porque no funciona así”. Afirmó que la sociedad chilena es “sana” al movilizarse para hacer reclamos al gobierno, y agregó: “El hombre común quiere participar en la toma de decisiones y quiere sentirse parte de las transformaciones, por lo tanto, que nadie se confunda: escuchar a la gente no es populismo, es democracia”.