Los trabajadores de COPSA decidieron ayer que darán plazo hasta marzo para que se avance hacia la salida de la empresa del concurso de acreedores, en el que se encuentra desde 2014, cuando no podía afrontar las deudas. La asamblea realizada ayer a las 13.00, con paro mediante, valoró que se ha hecho “un gran esfuerzo de parte de los trabajadores”. Fernando Lois, de la Asociación de Trabajadores de COPSA, recordó que los trabajadores tuvieron que ir a cobrar un aguinaldo “de a 20 y 100 pesos” y con enormes colas en la terminal, y que tuvieron que parar 70 horas para cobrar otro dinero adeudado.

Pero en aquel momento, en una asamblea multitudinaria en el taller, los trabajadores decidieron que no iban a quedarse sin trabajo y que defenderían a COPSA como fuente laboral. “Para apostar a que la empresa se recupere necesitamos la empresa abierta”, y sigue abierta “porque los trabajadores queremos que siga abierta”, dijo Lois a la diaria. Entienden que si decidieran dar un “trancazo definitivo” precipitarían definitivamente el cierre de la empresa. Lois añadió que la situación es “muy delicada”, pero “manejable mientras la empresa esté caminando”: “Teniendo el negocio abierto podemos discutir, y sabemos que esa es la única opción”.

Además de las penurias económicas, Lois dijo que la empresa cuenta con una flota de ómnibus “bastante complicada”. Al faltar el dinero, los talleres tratan de reparar los ómnibus “lo más que pueden” y “los compañeros hacen maravillas para poder salir con los ómnibus seguros”. Sostuvo que esto se produjo a raíz de una “mezcla de mala gestión y otros condimentos”, pero “eso no nos compete a nosotros, sino a los accionistas, que hasta el día de hoy no han hecho nada”. La situación “la venimos navegando”, señaló Lois: “Hemos llegado a cobrar licencias hasta en cuatro meses. Hoy las estamos cobrando casi en fecha, y los sueldos, con dos o tres días de diferencia”. Esto le permite afirmar que hoy están “mucho mejor” que hace tres años.

Ahora buscan llegar a un “acuerdo definitivo”, para que “después de haber pasado por todo esto no terminemos cerrando definitivamente”. A pesar de que las posturas son diferentes, afirmó: “La empresa defiende su capital, y nosotros defendemos nuestra fuente de trabajo, que es COPSA. No defendemos empresarios”. Para el dirigente, COPSA es una empresa “que tiene que cambiar muchísimas cosas para poder seguir trabajando”.