Mientras que el sector mayoritario del Partido Nacional, Todos hacia Adelante, liderado por el senador Luis Lacalle Pou, parece tener el camino allanado rumbo a las elecciones internas de 2019, la fracción minoritaria de los blancos, Alianza Nacional (AN), busca renovar tanto su apariencia como su integración para poder enfrentar al liderazgo cada vez más consolidado que el hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle ejerce en su bloque.

Con el documento que dio a conocer el 29 de diciembre, el líder de AN, el senador Jorge Larrañaga, intenta revitalizar su liderazgo y su sector, que será convertido en un “movimiento”. Algo parecido hizo Lacalle Pou en 2013, a la hora de construir Todos hacia Adelante. “Es posible que ellos [en referencia al sector del ex presidenciable] hayan hecho algo de eso. Hay que mirar hacia atrás y reconocer la buena candidatura que tuvo Luis Lacalle [Pou], y ahora sigue trabajando muy bien. Están abocados a recorrer todo el país y lo han hecho con todos los legisladores. Están trabajando muy unidos y fuertemente. Tenemos que tomar lo bueno del ejemplo para hacer lo nuestro”, dijo el diputado aliancista Edgardo Mier.

Con las mismas herramientas o no, lo que Larrañaga propone para su bloque político persigue un objetivo distinto: “Tenemos nuestras diferencias con el otro sector del partido, una visión no tan ortodoxa de la política, y somos fuertes defensores del interior, el gran olvidado de la política”, dijo el diputado Nicolás Olivera. Agregó que en la posdictadura “nunca hubo una expresión wilsonista en el gobierno”.

El cambio de un sector a un “movimiento” implica, según el documento presentado por Larrañaga, la creación de una estructura “más grande, más amplia y más inclusiva”. “No se trata de opinar igual en todos los temas ni de repetir lo que alguien manda; se trata de hacernos fuertes para ganar la elección y revolucionar la educación e impulsar la gran revolución: la de los valores y el respeto; la de la cultura de trabajo, honestidad y crecimiento que ha caracterizado históricamente a nuestro país”, escribió el senador en el documento. Esto acarrearía una nueva “expresión electoral”, que seguramente se traduzca en varias listas al Senado, interpretó Olivera, aunque, según dijo, se trata de un tema “mucho más profundo” que ese aspecto concreto. “Hay compañeros que quieren tener su expresión nacional, y la van a tener, pero se está precisando un espacio así, que, sin pensarlo regimentadamente, tenga, por decirlo de alguna forma, ciertos pareceres parecidos”, explicó.

Jorge Gandini, uno de los bastiones de Larrañaga en Montevideo, dijo que el documento deja entrever que “se puede interpretar que hay un nuevo movimiento del que AN puede ser parte”, y que se apuesta “a generar un espacio más abarcativo que aquel al que arriben diferentes espacios”. Otro de los diputados capitalinos, Pablo Abdala, interpretó que lo que se maneja allí es una “especie” de “sector de sectores”.

Ayer el propio Larrañaga puso en claro esta situación y, de paso, le puso nombre a su nuevo bloque: “Estamos queriendo llevar adelante una transformación de nuestro sector político. De la misma manera en que naciera por 1997 lo que hasta ahora fue Alianza Nacional, creemos que hay que hacer algo más grande, que pueda ser abarcativo de distintos sectores de intendentes, legisladores, diputados, senadores, y que ese movimiento se pueda llamar ‘Juntos’”, explicó. De paso, extendió la convocatoria a “gente de otros partidos que puedan ver en nuestra colectividad política una esperanza para cambiar muchas cosas que Uruguay necesita cambiar”.

Sorpresa y media

Más allá de que esta idea se cocinaba desde hace meses en la interna del sector, el documento tomó por sorpresa a los legisladores que responden a Larrañaga, en la medida en que no participaron en su elaboración. “Nos tomó por sorpresa porque nadie lo conocía, aunque las ideas ya las conocía y las comparto”, dijo Abdala. Gandini se manifestó de forma similar, aunque fue un poco más lejos y dijo que si bien incluye conceptos que “habían sido producto de intercambios, aunque no de decisiones”, también hay “muchas cosas novedosas, que merecerán la discusión”. Ese debate, sostuvo, podría darse durante el verano, cuando “hay más tiempo para pensar en paz”. Varios dirigentes del sector aseguraron a la diaria que se espera una reunión a fines de este mes o principios de febrero para discutir cuestiones de estrategia. Más allá de todo, Gandini dijo que el documento “provoca”, y eso es “muy valioso”.

Lejos de acumular adhesiones, este sector viene despertando cada vez más críticas de sus dirigentes y cuestionamientos de sus liderazgos. La senadora Verónica Alonso, que está armando su “estructura nacional”, dijo que presentar diferentes listas al Senado es “jugar en la chacrita”, mientras que la intendenta de Lavalleja, Adriana Peña, ha puesto en duda su apoyo a Larrañaga en las elecciones de 2019. Peña llevó adelante reuniones con algunos intendentes del sector durante 2016, con miras a “darle un nuevo brío” y generar una “renovación” en el partido. Uno de ellos, el de Treinta y Tres, Dardo Sánchez, dijo que Larrañaga “oyó lo que algunos de los dirigentes pensábamos que tenía que ser” el sector político. En cambio, Sergio Botana, intendente de Cerro Largo, dijo no estar al tanto de la propuesta. Según explicó, este grupo cuestiona “cómo funciona el partido” y considera que este “debería ser más popular”.