Kim Jong-nam, el hermano mayor del “líder supremo” de Corea del Norte, Kim Jong-un, fue asesinado el lunes en un aeropuerto de Kuala Lumpur, en Malasia, según informó ayer la Policía de este último país. Distintas versiones coinciden en que el hombre, que hasta 2001 era el favorito para suceder a su padre en el poder, fue atacado por dos mujeres que le inyectaron una sustancia que inmediatamente le provocó malestar.

El portavoz policial Fadzil Ahmat dijo al diario malasio The Nation que, de acuerdo con los testigos, Kim Jong-nam le explicó a personal del aeropuerto que “alguien lo había agarrado por atrás y le había lanzado un líquido a la cara”. Después tuvo convulsiones y lo quisieron trasladar de urgencia a un hospital, pero no logró llegar con vida. Los canales surcoreanos KBS y Chosun informaron que las sospechosas se escaparon.

Se desconocían ayer los motivos del asesinato. En el pasado existieron versiones sobre intentos de los servicios secretos norcoreanos de matar a Jong-nam. En 2012, fiscales surcoreanos afirmaron que un espía de Corea del Norte reconoció haber participado en una misión con el objetivo de asesinarlo y hacer pasar su muerte por un accidente de tránsito.