El último presidente de la dictadura argentina, Reynaldo Bignone, fue condenado a cadena perpetua junto a otros represores por delitos de lesa humanidad cometidos contra seis jóvenes que cumplían con el servicio militar obligatorio entre 1976 y 1977. Esta fue la primera denuncia que se presentó contra Bignone, en 1984, pero la investigación fue trancada por la aplicación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. El proceso se retomó después de que esas normas fueron anuladas, y tuvo un impulso con la publicación del libro El escuadrón perdido, una investigación del capitán José Luis D’Andrea Mohr (ya fallecido) que denuncia la desaparición de 129 soldados argentinos.

Según la investigación judicial, Roberto Britos, Hugo Carvallo, Daniel García, Sergio García, Mario Molfino y Luis Pablo Steimberg -militante del Partido Comunistafueron secuestrados entre 1976 y 1977 por una patota que operaba en el Colegio Militar.

Steimberg, Molfino y García fueron vistos nuevamente en El Campito, un centro clandestino de detención que funcionó en Campo de Mayo. Un ex militar reconoció en su confesión ante la Justicia que García estuvo en uno de los vuelos de la muerte y se presume que lo mismo sucedió con Steimberg y Molfino. Los tres fueron declarados desertores por el Ejército.

Por su parte, Britos, García y Carvallo sobrevivieron a la detención y la tortura y fueron liberados. Según contaron en el juicio, antes de que los liberaran Bignone en persona les pidió perdón, les dijo que sus detenciones habían sido un error, les dio un sándwich y los exoneró de terminar el servicio militar obligatorio.

Bignone fue condenado a cadena perpetua por el secuestro, tortura y homicidio de Steimberg, Molfino y Luis García. También fue condenado a perpetua el entonces comandante de Institutos Militares de Campo de Mayo, Santiago Omar Riveros, acusado por los tres homicidios. Penas menores tuvieron dos jefes del Colegio Militar -Alberto Federico Torres y Jorge Alvarado, cinco y tres años de cárcel, respectivamente- y dos represores de El Campito -Carlos Eduardo José Somoza y Miguel Castagno Monge, 15 y 11 años de penitenciaría.