Por primera vez, ayer, el Consejo de Ministros abierto sesionó en Montevideo. La jornada fue precedida por una serie de reuniones entre las autoridades de los distintos ministerios y la sociedad organizada que tuvieron lugar el domingo. Ayer, los ciudadanos tuvieron la oportunidad de plantearle sus inquietudes al presidente Tabaré Vázquez y su gabinete. La sesión empezó pasadas las 9.00 en la sede del Club Progreso, en La Teja. A la entrada, diversos colectivos presentaron sus reclamos: estaban los cincuentones, los trabajadores de la salud y los de la enseñanza. “No a la superpoblación en los liceos. Bachilleratos en la zona”; “Todos iguales ante la ley. Damnificados por el régimen de AFAP”; “No a la persecución sindical. ASSE reprime”, decían algunas de las pancartas.

Vázquez anunció la puesta en marcha del Programa de Salud Visual Escolar. La primera pesquisa en niños de cinco años se hizo ayer en la escuela 104, Yugoslavia, de La Teja, después del Consejo de Ministros. El programa está bajo la órbita de Presidencia, pero será implementado por el Hospital de Ojos José Martí. Intervendrán la Cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina (Universidad de la República, Udelar) y técnicos ópticos egresados de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU). Juan Andrés Roballo, prosecretario de Presidencia, dijo a la diaria que los armazones y los cristales serán provistos por el Estado, pero no precisó quién será el proveedor. Sandra Medina, la directora del Hospital de Ojos José Martí, dijo que “la visión es importante para el desarrollo y el aprendizaje del niño. Es necesario detectar a tiempo alteraciones visuales para lograr que no queden en forma permanente. Los especialistas consideramos que la edad óptima para realizar esta pesquisa es justamente alrededor de los cinco años”. Tanto el estudio como los lentes serán gratuitos. Las autoridades estiman que 20% de los niños en edad escolar tienen problemas de visión y 80% de las anomalías se puede corregir con lentes.

“Diálogo de sordos”

Sobre la calle Ascasubí, en la manzana en la que se encuentra el club, está la Escuela Técnica de La Teja. Ayer los profesores hablaron con la prensa sobre la precaria situación del centro de estudios. En él se dictan clases de gastronomía, robótica, informática y, en la noche, alumnos adultos pueden terminar el ciclo básico. Leonardo Rodríguez, docente de robótica, dijo a la diaria que siguen todos los carriles para que el local se ponga en condiciones, pero los arreglos nunca llegan. “Es un diálogo de sordos”, aseguró. El local no tiene salones, sólo hay una separación con unos paneles que funcionan como biombos. A la escuela asisten cerca de 130 alumnos, repartidos en tres turnos.

Reclamos y pedidos

Una de las primeras personas que se dirigieron al presidente fue una usuaria del Centro de Rehabilitación para Personas Ciegas y de Baja Visión Tiburcio Cachón. Pidió que no se cambiara la ubicación del centro y entregó al mandatario una carta, en la que los usuarios y egresados le recuerdan que “la rehabilitación es un derecho fundamental de las personas con discapacidad visual”, que les permite recuperar la autonomía y tener un rol activo en la sociedad. “Este proceso se realiza no sólo puertas adentro, sino también en la calle y el entorno próximo. Para garantizar este derecho es necesario que la institución que brinde esta capacitación esté ubicada en una zona urbana, accesible, segura (no ‘zona roja’), con buen transporte urbano y sin tráfico pesado. Asimismo, la planta física debe cumplir las normativas internacionales sobre accesibilidad. En este sentido, el Centro Cachón posee las condiciones edilicias y urbanísticas indispensables para llevar adelante un adecuado proceso de rehabilitación”. Hoy, está ubicado en la calle Juan José Quesada 3666, en el barrio Brazo Oriental, muy próximo a General Flores, Bulevar Batlle y Ordóñez, San Martín y Luis Alberto de Herrera. En mayo de 2015 el Programa Nacional de Discapacidad (Pronadis) del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) comenzó a pensar en trasladar el centro al Instituto Nacional de Ciegos General Artigas, en Camino Maldonado y Libia. Begoña Grau, directora del Pronadis, dijo a la diaria que en la decisión de trasladar el centro hay un componente económico, porque el local actual es alquilado. “Nosotros dijimos que no vamos a pagar 140.000 pesos de alquiler cuando tenemos un centro que va a ser nuestro y que no tiene ningún costo”, comentó. “¿Que el lugar está más lejos? Sí, si vivo en el Prado probablemente me quede mucho más lejos ir al Artigas, pero si vivo en Punta de Rieles me queda mucho más cerca”, alegó Grau, que recordó que la rehabilitación es para que las personas puedan moverse de forma autónoma y recorrer Montevideo o cualquier lugar. Ayer, el presidente Vázquez reiteró que la idea es contar con un centro modelo que atienda a personas de todo el país.

Sin bachilleratos

Estudiantes del liceo 22 señalaron la falta de instituciones en el oeste para los estudiantes de bachillerato. “En la zona hay 100 escuelas, 50 liceos de ciclo básico y uno de bachillerato. ¿Cuándo se va a mejorar esa situación?”, preguntaron. Vázquez se remontó a la década de 1950, cuando él terminó la escuela y debió ir a un anexo del liceo Bauzá, en el Prado, para cursar primer año, y destacó la cantidad de instituciones educativas que hoy hay en la zona. Después le dio la palabra al presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública, Wilson Netto, que dijo que eltrabajo se hace según “las solicitudes” y aseguró que en los últimos años la zona que más se fortaleció fue la del oeste montevideano. Además, anunció que en cuatro meses el local del club se convertirá en un centro cultural con una sala de cine y teatro.

Ricardo Núñez, un vecino de 70 años de La Isla, reclamó más limpieza y seguridad en el barrio. “La mugre no es de diez o 15 días, es de meses. Las calles se inundan. Llega un solo ómnibus y cuando llueve no hay ningún lugar donde resguardarse”, dijo. La respuesta se la dio Gabriel Otero, alcalde del Municipio A, quien dejó claro que ya había recibido el planteo hacía un par de días. Señaló que el problema de la basura se está solucionando, y aclaró que el predio pertenece a ANCAP, no al municipio. Otro vecino denunció que la empresa de combustibles está contaminando. Dijo que hay “olor a huevo podrido” y que la refinería libera gas sulfúrico al aire.

Una joven, integrante de un colectivo indígena, preguntó a Vázquez sobre la matanza de Salsipuedes (11 de abril de 1831), y solicitó que se la declare genocidio. El presidente dijo que rechaza todo tipo de violencia, pero aclaró que no tiene una opinión formada sobre el tema. La ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, informó que la Comisión de Patrimonio estudia con “rigurosidad científica” para determinar si la matanza entra en lo que la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura) considera genocidio.