Siete países europeos respaldaron el bombardeo de Estados Unidos contra una base aérea en Siria como respuesta por el ataque químico que Washington atribuyó al gobierno sirio, la semana pasada. Ayer tuvo lugar una cumbre de los siete países del sur de Europa -Chipre, España, Francia, Grecia, Italia, Malta y Portugal-, que terminó con una declaración en la que se considera que el ataque de Estados Unidos “tenía la comprensible intención de impedir y evitar la distribución y el uso de armas químicas”.

En particular, el presidente francés, François Hollande, aseguró que “era muy importante” que hubiera una respuesta ante el ataque químico del gobierno sirio, y que esta “llegó por parte de Estados Unidos”. Además, la declaración conjunta subraya que “solamente una solución política creíble [...] podrá garantizar la paz y la estabilidad en Siria”.

Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo ayer que el ataque “dañó o destruyó” 20% de los aviones sirios operacionales. Desde Italia, donde se llevó a cabo el encuentro de cancilleres del G7 -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido-, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, acusó a Rusia de no haber evitado el ataque químico lanzado por Siria. “Se había comprometido a asegurar que los arsenales químicos de Siria fueran destruidos”, y “no lo ha hecho”, dijo.