La principal central sindical de Brasil convoca para mañana a una gran manifestación en la capital, con la consigna ¡Ocupa, Brasilia! y con la promesa de no dejar la capital hasta que renuncie el presidente, Michel Temer. La marcha se realiza después de que incluso en el partido del mandatario se presentaran cuestionamientos a su continuidad en el cargo.

El jefe de la bancada del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el ex presidente de la cámara alta Renan Calheiros, fue el primer correligionario de Temer en soltarle la mano. Aseguró en declaraciones a la radio Gaúcha que, si bien “no diría” que está a favor de la renuncia del presidente, sí considera “necesario hallar una salida” a la crisis política que vive Brasil. La alternativa más interesante, opinó, “sería la de una elección en el Congreso” para designar “un nuevo presidente [...] lo más rápidamente posible”. El ex presidente del Senado dijo que “sería fundamental” que Temer “comprenda su papel en la historia” y “facilite el proceso”. Calheiros también criticó al ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, quien dijo que, pase lo que pase con Temer, “no hay incertidumbres sobre la política económica”, y dijo que si fuera el presidente lo despediría por su falta de apoyo.

Calheiros también es investigado por un presunto vínculo con el esquema de corrupción en Petrobras y, al igual que Temer, fue mencionado en las confesiones que hizo a la Justicia -a cambio de una reducción de su pena- Ricardo Saud, uno de los directores del grupo JBS. Calheiros se ha declarado inocente e incluso dijo, cuando se conoció el contenido de la grabación de la conversación entre Temer y Joesley Batista, uno de los dueños de JBS, que si alguien le revelara que está cometiendo actos ilegales él lo denunciaría, en una crítica directa a Temer. En este sentido, el presidente ha dicho que no adoptó represalias porque creyó que Batista estaba mintiendo y alardeando sobre un poder que no tenía. Consultado el viernes por Folha de São Paulo sobre si se mantendría en la base de apoyo al gobierno, Calheiros respondió: “Nunca entré”.

Pese a estas opiniones, Calheiros consideró que sería irresponsable pedir el juicio político contra el presidente, ya que este proceso es largo y genera incertidumbres políticas y en la economía.

La contracara de esta lectura es la del líder del oficialismo en el Senado y presidente interino del PMDB, Romero Jucá, quien aseguró que “es necesario continuar con este proceso de transformación del país” con las reformas del gobierno, por lo cual “Brasil no puede parar” pese a la investigación contra el presidente.

La cuestión judicial de Temer entró en un impasse desde el fin de semana, cuando el Supremo Tribunal Federal (STF) ordenó que se hagan distintas pericias sobre la grabación para verificar su autenticidad. Sin embargo, las noticias judiciales parecen florecer alrededor del presidente: ayer fueron detenidos los ex gobernadores de Brasilia José Roberto Arruda y Agnelo Queiroz, así como el ex vicegobernador de Brasilia Tadeu Filippelli, que se desempeñaba como asesor especial del gabinete personal del presidente y rápidamente fue destituido ayer de tarde.

Las detenciones se hicieron en el marco de una de las cientos de causas que comenzaron a ser investigadas a raíz de las confesiones de empresarios y políticos involucrados en el esquema de corrupción de Petrobras. En el marco de un acuerdo con la Justicia, tres ejecutivos de la constructora Andrade Gutierrez declararon que la licitación para la reforma del Estadio Nacional de Brasilia, el Mané Garrincha -que fue la más cara de las que se hicieron para el Mundial de Fútbol de 2014-, estuvo arreglada para que su empresa fuera la seleccionada.

Según los investigadores, el arreglo llegó a tal punto que representantes de la constructora participaron en la redacción del llamado a licitación y las coimas alcanzaron los cuatro millones y medio de dólares. En el marco de este caso, ayer fueron emitidas 15 órdenes de arresto, incluidas las de Arruda, Queiroz y Filippelli, acusados de recibir coimas y de haber operado para favorecer a Andrade Gutierrez. Los tres pertenecen a tres partidos diferentes: Arruda es del Partido de la República, Queiroz del Partido de los Trabajadores y Filippelli del PMDB, al que pertenece Temer. El diario O Estado de São Paulo, que accedió al pedido de detención de Filippelli, informó que se sospecha que él desvió parte del dinero al PMDB.

Otra situación judicial que sigue en proceso es la de los hermanos Andrea y Aécio Neves. El ex líder del Partido de la Social Democracia Brasileña fue grabado mientras pedía un soborno, por lo cual fue separado temporalmente de su cargo de senador y acusado de corrupción pasiva y lavado de dinero. Su defensa recurrió esa decisión el lunes, considerando que no están dadas las condiciones para que se lo mantenga alejado del cargo. Por su parte, la Procuraduría General de la República presentó otro recurso con el cual pide nuevamente que Neves sea llevado a prisión preventiva. Por este nuevo recurso, el tema deberá ser tratado en una reunión de todos los ministros del STF, quizá incluso en la sesión prevista para hoy.