El moderado Hasan Rohani fue el ganador de las elecciones presidenciales de Irán, con 57% de los votos. El actual presidente se impuso frente al candidato conservador, Ebrahim Raisi, que alcanzó 38% de apoyo.

El triunfo de Rohani refuerza el apoyo de los iraníes a su gestión, que promueve reformas económicas y sociales, la ampliación de los derechos y las libertades y el acercamiento a Europa y a Estados Unidos. Horas después de que el sábado se confirmaran los resultados, Rohani agradeció a sus seguidores por decir “no” a “todos aquellos que llamaban a retroceder al pasado o a frenar la situación actual”. Se refería a los conservadores, reacios a la apertura internacional y favorables a una interpretación estricta de los principios islámicos.

Ayer, Raisi felicitó a su rival en un comunicado y dijo que vigilará que el gobierno luche contra la corrupción y refuerce los valores islámicos del país. El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, pidió al “nuevo presidente” que preste atención a las zonas rurales y pobres y luche contra la corrupción.