El sábado de tarde murió Carolina Pozzolo, una maestra de 24 años que había contraído hantavirus hace dos semanas y estaba internada en el CTI del sanatorio Amedrín, de Fray Bentos. La maestra había hecho una suplencia durante tres días en la escuela rural 100 de Santa Clara, en Soriano, pero no hay certeza de en qué lugar contrajo el virus, que es transmitido por roedores. Tanto la Dirección Departamental de Salud como la división de Higiene, Bromatología y Medio Ambiente de la Intendencia de Soriano tomaron muestras en la escuela y en la casa de la maestra, pero según transmitió Elbia Pereira, secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio e integrante de la directiva de la Asociación de Maestros de Soriano, en los informes “no hay indicios que den cuenta de que el contagio se haya producido en algunos de esos dos lugares”. Pereira explicó que a la escuela de Santa Clara van seis niños y que cuenta con auxiliar de servicio, y negó que la maestra hubiera realizado tareas de limpieza en el local, como trascendió el fin de semana. “Nos queda una gran preocupación por saber dónde contrajo la enfermedad, porque seguramente otras personas pueden estar expuestas”, lamentó, e informó que esta semana tendrán reuniones con la inspección departamental y la inspectora de la zona.