El presidente de Brasil Michel Temer, decidió hoy revocar el decreto firmado ayer que le encomendaba a las Fuerzas Armadas la seguridad en las calles de Brasilia, tras las masivas protestas que ocurrieron pidiendo su renuncia.

“Cesados los actos de depredación y de violencia, con el consecuente restablecimiento de la ley y el orden”, la presencia de las tropas en las calles ya no es necesaria, dice la fundamentación de la revocación, según recoge la agencia de noticias Efe.

Hoy el ministro de Defensa brasileño, Raúl Jungmann, explicó la prensa que Temer decidió que la Abogacía General del Estado inicie una investigación para que se determine el daño causado por los manifestantes que atacaron varias sedes ministeriales y que, según el jerarca, serán “identificados” para que “respondan” ante la ley.

El jerarca justificó que “el empleo de las Fuerzas Armadas frente a situaciones de violencia está previsto en la Constitución y ya ha ocurrido en otras situaciones, incluso recientes”. Según aseguró, los militares “participaron solamente en la custodia de edificios públicos” y “no actuaron de ningún modo en la represión a los manifestantes”.

Si bien el decreto aprobado ayer autorizaba la presencia en las calles de hasta 1.500 soldados, sólo fueron movilizados 200.