Cuando se acercan las elecciones primarias para las legislativas de octubre, los dirigentes más cercanos a la ex presidenta argentina Cristina Fernández apoyan una candidatura suya al Senado que encolumne a todo el kirchnerismo. La voz disidente es la del ex ministro Florencio Randazzo, que quiere competir en primarias por ese lugar en las listas.

Randazzo ya ha tenido que dejar atrás sus aspiraciones electorales antes. En 2015, el ex ministro del Interior y de Transporte se disponía a competir por la presidencia argentina en nombre del gobernante Frente para la Victoria, y por esa candidatura había trabajado durante dos años o más, pero no llegó a participar en Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Si bien muchos kirchneristas miraban con dudas a su rival, Daniel Scioli, esa desconfianza fue compensada con la decisión de que lo acompañara en la fórmula electoral un hombre muy cercano a la presidenta, Carlos Zannini. Debido a ese aval presidencial a Scioli, y después de una reunión con Fernández, Randazzo anunció que no presentaría su candidatura, pero dejó claro que no iba a aceptar un premio consuelo cuando rechazó la oferta de postularse a gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Ahora, cuando se está por renovar parte del Congreso argentino, Randazzo enfrenta una situación parecida. Según informaron los diarios Página 12 y La Nación, citando fuentes que no quisieron que su nombre fuera publicado, los dirigentes cercanos a la ex presidenta quieren listas de unidad en la provincia de Buenos Aires –encabezadas por Fernández y sin disputa en las PASO– y reservan para Randazzo el lugar de primer candidato en la lista de diputados.

De acuerdo con Página 12, varios intendentes dijeron que esa decisión ya está tomada y que hay consenso al respecto. Uno de sus argumentos refiere al desgaste que implicaría una competencia interna y a la necesidad de concentrarse en enfrentar al oficialismo. “Lo épico no es ir a una PASO con Cristina, lo épico es ganarle a Macri y frenar el ajuste”, dijo el hijo de la presidenta, Máximo Kirchner, dirigente del grupo La Cámpora, publicó La Nación.

El problema consiste en que esta vez el ex ministro mantiene firme su candidatura. Al hablar con periodistas, sus partidarios acusaron a sus rivales en la interna de proscribir a Randazzo.

En cambio, los dirigentes cercanos a la ex presidenta consideran que no se lo está proscribiendo sino que, por el contrario, se lo invita a sumarse al esquema que fue consensuado y en un lugar destacado en las listas. Al mismo tiempo, según informó Página 12, los partidarios de la candidatura de consenso de Fernández intentaban encontrar los caminos legales para impedirle a Randazzo inscribir una lista propia para las PASO del Partido Justicialista, en el que se enmarca el kirchnerismo. Los partidarios de Randazzo, por su parte, argumentan que él tiene todo el derecho a presentar su candidatura, y que “el apriete es el peor camino” para intentar convencer a este dirigente.

Estas tensiones en torno a la candidatura de Fernández y las PASO se procesan sin que siquiera la ex presidenta haya anunciado públicamente su intención de ser candidata.