Fracasó la iniciativa parlamentaria de la alianza de izquierda Unidos Podemos para hacer caer al gobierno español, del Partido Popular (PP), e instaurar otro encabezado por su líder Pablo Iglesias. El dirigente no logró recabar los 176 votos que necesitaba y alcanzó apenas 86, gracias al respaldo de su bancada y de los diputados de Esquerra Republicana de Catalunya, Compromís y Bildu. En contra de la moción se pronunciaron el PP y sus aliados minoritarios, además de Ciudadanos, sumando un total de 170 votos. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se abstuvo, una decisión que repitieron el Partido Nacionalista Vasco, el Partido Demócrata Europeo Catalán, Coalición Canaria y Nueva Canarias. Las abstenciones fueron 97.

La votación estuvo precedida por un debate no tan largo pero igual de intenso que el que tuvo lugar el martes. El primero en intervenir fue el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, con un discurso muy parecido al pronunciado el día anterior por el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy. Rivera dijo que la moción era un “espectáculo” y acusó a Podemos de no tener “un proyecto para España”. Consideró que Iglesias quiere “repartirse cargos, más que gobernar”, y le dijo que Rajoy es presidente “gracias a él”, ya que en diciembre Podemos no quiso formar un gobierno alternativo junto a Ciudadanos y al PSOE. En su momento de réplica, Iglesias dijo que Ciudadanos existe “para que nada cambie, para que gobierne una organización política que ha sido calificada por los jueces como organización creada para delinquir”.

En su turno, el portavoz parlamentario del PSOE, José Luis Ábalos, defendió la abstención a una moción con la que los socialistas “discrepan” a pesar de coincidir en la mayoría de las cosas que Podemos le reprocha a la gestión del PP. Iglesias le “agradeció” y le dijo que consideraba “factible” crear una alternativa entre ambas organizaciones políticas “a partir de las coincidencias programáticas, partiendo del mutuo respeto”. Le pidió empezar a trabajar juntos lo antes posible a esos efectos. Ábalos respondió: “Estamos dispuestos a construir mayorías alternativas en esta cámara para desmontar las políticas injustas del PP y para sacar adelante las reformas justas que reclama la sociedad española”. La puerta entre los dos quedó entonces abierta.

El momento más tenso del debate tuvo lugar cuando intervino el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, que intentó equiparar los casos de corrupción nombrados por Podemos con supuestos escándalos de integrantes de esta formación –a los que se refirió como “populistas”– que nada tenían que ver. Pero el tono se elevó más cuando Hernando aludió a la relación de pareja entre Iglesias y la portavoz de Podemos, Irene Montero, para descalificar su discurso del día anterior. “Hay quien dice que ayer estuvo Montero mejor que usted, pero yo no lo voy a decir, porque no sé qué voy a provocar en esa relación”, manifestó Hernando, y se ganó el rechazo de toda la bancada de izquierda, por lo que después tuvo que pedir disculpas.

Rajoy, que había intervenido el martes, no sólo se mantuvo al margen ayer, sino que, además, llegó tarde a la sesión, apenas unos minutos antes de la votación. Al salir del Parlamento, se limitó a decir: “Estoy satisfecho porque la moción ha sido rechazada por una amplia mayoría”.