En Argentina el cierre de las inscripciones de listas para las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) llegó con sorpresas: recién entonces se pudo saber que la ex presidenta Cristina Fernández, que todavía no había anunciado su candidatura, irá como cabeza de lista al Senado de Unidad Ciudadana (UC), la organización política que presentó semanas atrás. También se conoció a última hora la candidatura del diputado Sergio Massa al Senado. Una vez despejado el panorama, quedó claro que tanto en la provincia como en la ciudad de Buenos Aires solamente habrá internas en el Partido Justicialista (PJ).

Manejó el mayor de los misterios durante semanas. Dio respuestas esquivas a las preguntas de periodistas. Hizo afirmaciones elusivas en sus actos públicos. Mantuvo hasta el último momento todas las miradas concentradas en ella. Son muchas las señales que muestran que la política argentina sigue girando en torno a la ex presidenta, desde varios sectores. Algunas de esas señales fueron que Massa esperara a que se confirmara su candidatura para anunciar la propia o que hagan referencia a ella constantemente las principales figuras del oficialismo en esta campaña: el presidente Mauricio Macri y la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.

Finalmente, Fernández confirmó que participará en las PASO, previas a las legislativas de octubre, en este caso como candidata al Senado por una nueva formación política que define como superadora de las divisiones partidarias y como una respuesta ante la desconfianza y la falta de popularidad de las medidas adoptadas por el gobierno.

Cerradas las listas y los cálculos electorales, el panorama en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires es el de muchas coaliciones y caras repetidas, aunque también hay novedades. Por una parte, la coalición oficialista Cambiemos –integrada por la Unión Cívica Radical (UCR), la Coalición Cívica, de Elisa Carrió, y Propuesta Republicana, de Macri– logró renovarse en la provincia, así como en la mayor parte del país. Sin embargo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) se dividió en dos grupos cuando la UCR optó por respaldar la candidatura de Martín Lousteau a diputado por la agrupación Evolución Ciudadana.

El PJ, hasta ahora principal partido de la oposición, se fracturó en dos cuando el ex ministro kirchnerista Florencio Randazzo se presentó como precandidato a liderar la lista al Senado por la provincia. Tras varias conversaciones, no fue posible un acuerdo con el kirchnerismo y se produjo la fractura: al menos seis agrupaciones abandonaron el PJ y se fueron con la ex presidenta a la fundación de la UC. Por su parte, en un PJ muy disminuido se sumó otra precandidatura, la de Gastón Yáñez, que le disputará el liderazgo a Randazzo.

En tercer lugar, aparece en el escenario político 1País, la alianza conformada por el Frente Renovador, de Massa, y la Generación para un Encuentro Nacional, de Margarita Stolbizer. Fueron los que tuvieron un cierre de listas más complicado: durante los últimos meses varios de sus dirigentes volvieron al PJ –entre ellos, el ex jefe de gabinete Alberto Fernández–, y a última hora el partido Libres del Sur optó por dejar la coalición, disconforme con el armado de las listas en provincia, aunque se mantiene dentro de la alianza en CABA.

Por fuera de las tres principales coaliciones de la política argentina, se repiten algunas caras conocidas, como la de Nicolás del Caño encabezando la lista de candidatos a diputados por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores en la provincia o la de Pino Solanas como cabeza de lista al Senado en la provincia por el Proyecto Sur. También en las coaliciones hay caras conocidas, entre ellas la del ex canciller Jorge Taiana, que será el número dos de la lista al Senado de UC, junto con Fernández, y también otras, como la de Massa, Stolbizer o Carrió.

La candidatura de la ex presidenta al Senado por la provincia arroja grandes incertidumbres sobre cómo discurrirá el futuro de la campaña para las elecciones legislativas de octubre, en las que se renovarán parcialmente las dos cámaras del Congreso. Varios analistas han publicado columnas de opinión en las últimas horas para hacer unas u otras lecturas, pero, aclaran, todavía es muy pronto para marcar las líneas por las que irá la campaña. En todo caso, en la provincia y la ciudad de Buenos Aires parece perfilarse como una reedición de las presidenciales de 2015, y se enfrentan la alianza Cambiemos, integrada por partidos de derecha y centroderecha, y la UC, una coalición similar al Frente para la Victoria, que se presenta como una alianza progresista. Se plantea el cuestionamiento de qué pasará con los dos candidatos que están por fuera de esa contienda bilateral, Massa y Randazzo, aunque todo apunta a que el primero le restará votos a Cambiemos y el segundo a UC.

Las caras nuevas

El cierre de listas estuvo precedido por una serie de encontronazos en varios frentes. Por ejemplo, en el PJ se presentaron listas alternativas que competirán con Randazzo en las únicas primarias en las que hay competencia en la ciudad o la provincia de Buenos Aires, ya que todas las demás formaciones van con lista única. Sin embargo, la sola existencia de la lista de Randazzo debilita a Fernández y prácticamente plantea otra elección primaria para los militantes del PJ, que deberán decidir si participan en la votación del kirchnerismo, representado por la UC, o en la del tradicional peronismo presente en el PJ; o incluso en la del peronismo disidente, cuyo referente sería Massa.

Otro asunto que deberán enfrentar la UC y el PJ son las acusaciones de corrupción en contra de los integrantes del gobierno anterior, presentes en una y otra formación. No sólo aquellas que están en el terreno judicial, sino también las que arrojen durante la campaña la cabeza de lista del oficialismo para Diputados por la provincia, Graciela Ocaña, o Stolbizer, que es la número dos en la lista de 1País para el Senado. Ambas dirigentes han recurrido a la Justicia para acusar a integrantes del anterior gobierno o reclamado una actuación judicial más veloz. También Carrió y su equipo, al que logró colocar en los primeros seis lugares de la lista a Diputados por Cambiemos, tendrán acusaciones para el kirchnerismo durante la campaña.

Ante este escenario, Fernández propuso una lista integrada prácticamente en su totalidad por dirigentes poco conocidos. Allí se mezclan figuras con una fuerte impronta de militancia territorial, como Fernando Espinoza, el ex intendente de La Matanza –el distrito electoral más grande de la provincia–, o con trayectoria académica, como los dos primeros nombres en la lista de candidatos a Diputados por la provincia: la economista Fernanda Vallejos y el bioquímico Roberto Salvarezza, quien renunció a la presidencia del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas por desacuerdos con el gobierno.

También aparecen líderes provenientes del ámbito sindical, como Vanesa Siley y Hugo Yasky, el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina, y de cuño político, como el ex candidato presidencial Daniel Scioli, que aparece en quinta posición en la lista de Diputados. Además, figuran en las listas algunos integrantes de La Cámpora, que tuvo una fuerte presencia al final del gobierno de Fernández, pero aparecen recién a partir del noveno lugar.