La senadora nacionalista Verónica Alonso respondió a los cuestionamientos a su aliado político, el diputado Álvaro Dastugue, quien ayer dijo en una entrevista con el semanario Búsqueda que había que hacer una revisión de las leyes de la llamada “nueva agenda de derechos”.

Alonso manifestó que al pastor Dastugue “lo tiraron a la hoguera de las redes sociales y algunos medios tradicionales de comunicación por el solo hecho de pensar distinto”, y aseguró que no lo separará de su sector sólo por tener opiniones diferentes en algunos temas. “Prefiero que me vaya mal políticamente a ser una injusta rectora moral de mis compañeros o votantes”, dijo.

Aun así, la dirigente nacionalista tomó distancia del pronunciamiento del yerno del pastor Márquez y dijo que está feliz con la mayoría de los avances legislativos de los últimos años con respecto a la llamada “agenda de los derechos”, y que son “muy pocos” los que creen que deberían derogarse. La excepción, agregó, es la ley referente a la venta de marihuana por parte del Estado, que considera que debe derogarse. “Esta aclaración me parece importante para que no haya dudas sobre qué creo y opino yo, Verónica Alonso, y qué creen otros, o peor, lo que otros quieren hacer creer que yo creo”, añadió.

Dando un paso más allá de lo sucedido con Dastugue, Alonso lamentó “el estado emocional que ha tomado la discusión pública [...] muy agresiva a veces”. En este sentido, opinó que “quienes sufrieron una horrorosa segregación social se volvieron los nuevos juzgadores”.

Además, consideró que los ataques al pastor fueron un intento de agredirla a ella y de perjudicar su futuro político. “Ya me habían puesto sobre aviso: 'Te empezó a ir bien en las encuestas; preparate'”, relató, antes de lamentar que “quienes hasta ayer cortejaban a Álvaro Dastugue para que los apoyara, hoy lo usan de combustible político mediático” para intentar dañarla.