Ayer la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llevó adelante el paro cívico que convocó a comienzos de la semana, así como varias movilizaciones en distintas zonas de Caracas. El paro cívico fue una de las instancias que propuso la MUD después de que el domingo, en una votación que promocionó, organizó y controló, se aprobó la conformación de un gobierno de unidad nacional, la anulación de la Asamblea Constituyente convocada por el Ejecutivo y un pedido a las Fuerzas Armadas para que hagan cumplir la Constitución. La medida del paro y otras que ha impulsado la oposición esta semana son una muestra de la división institucional en Venezuela. Forman parte de los enfrentamientos tanto a nivel político como judicial entre el Poder Ejecutivo, que es respaldado por el Tribunal Supremo de Justicia y la vicefiscal general, y la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, que tiene de su lado a la fiscal general.

Con este escenario de fondo, la oposición salió a las calles ayer para reclamar la anulación de la convocatoria a la Asamblea Constituyente y la salida del gobierno de Nicolás Maduro. El vicepresidente de la Asamblea Nacional y referente de la MUD, Freddy Guevara, dijo que el acatamiento del paro general fue de 85% de la población, mientras en las redes sociales la coalición opositora publicaba fotos de las calles y el metro vacíos. “Ha marcado un precedente en nuestro país. Una jornada histórica que es la continuación perfecta de lo que fue el desafío político y de desobediencia civil del pasado domingo”, agregó.

Por su parte, la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores, afín al gobierno, aseguró que los trabajadores no adhirieron al paro. “Le decimos al fascismo, al terrorismo, que aquí no hay clase obrera que se preste a ningún paro con sus propios verdugos”, dijo el presidente de la central, Wills Rangel. “El verdadero líder de la clase obrera, el único que puede convocar un paro nacional, se llama Nicolás Maduro”, agregó. También Maduro dijo que la protesta no tuvo éxito: “Hemos vuelto a triunfar, el paro cívico fracasó”.

Anoche, la jornada terminaba con dos personas muertas –supuestamente opositores–, en dos episodios separados, tras recibir heridas de balas cuyo origen se desconocía. Unas 200 personas habían sido detenidas, entre ellas varios manifestantes que hacían piquetes.