La división de dos ciudades fronterizas por un muro construido por Ecuador causó una crisis diplomática entre ese país y Perú, que lo acusa de estar violando el acuerdo de paz alcanzado en 1998. Por su parte, Ecuador le reclama a Perú la coordinación de una reunión de cancilleres para tratar el tema.

En la década de 1990, Ecuador y Perú protagonizaron la última guerra entre países latinoamericanos. El conflicto comenzó en 1995, se debió al control de una zona de la selva amazónica en la frontera entre ambos países e implicó la militarización de casi toda la frontera, de 1.529 kilómetros. Tres años después, con la mediación de varios países de la región, ambos gobiernos firmaron en Brasilia un acuerdo de paz en el que se establecían los territorios de uno y otro, y una serie de normas para las zonas fronterizas.

Un numeral del acuerdo que terminó con ese conflicto refiere al canal de Zarumilla, un pequeño caudal de agua que desemboca en el océano Pacífico y hace las veces de frontera entre ambos países. Perú se comprometió a mantener limpio el canal, y Ecuador a dejar libre una franja de diez metros en la costa norte. Actualmente, el canal continúa sucio y Ecuador comenzó una construcción a menos de cuatro metros de su orilla.

Las ciudades de Aguas Verdes (Perú) y Huaquillas (Ecuador) están separadas sólo por ese canal de agua, que es tan angosto que se puede saltar, pese a lo cual los vecinos han armado varios pasajes con tablones. Ambas ciudades funcionan como una sola, con personas que viven de un lado del canal pero trabajan en el otro o que hacen sus compras en los dos lados. El funcionamiento habitual de estas dos ciudades empezó a alterarse semanas atrás, cuando Ecuador comenzó a construir un muro de su lado de la frontera. Rápidamente se convirtió en un asunto diplomático. Perú acusó a Ecuador de hacer esta construcción de forma inconsulta, violando el acuerdo bilateral, y el lunes convocó a su embajador en Ecuador, Hugo Otero.

El gobierno ecuatoriano defiende la construcción y argumenta que no se trata sólo de un muro sino de todo un proyecto. Según explicó a BBC la ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda, Alejandra Vicuña, se tratará de una obra que contará con puentes que crucen el canal, un shopping y un mercado agrícola en el que podrán instalarse los vendedores de fruta y verdura que serán desplazados para construir esta nueva estructura. Diversos medios de la región informan que este muro, de cuatro metros de alto, también tiene como finalidad frenar el contrabando. “Las personas que están allí deben salir, el gobierno les está dando una alternativa para que puedan realizar sus actividades comerciales de forma digna”, dijo el director del Ministerio de Vivienda en la zona, Marco Zumba.

Mientras los ecuatorianos se quejan por los desalojos que se dispondrán en el futuro y por la división de las dos ciudades, los peruanos protestan por esto último pero también por un problema ambiental que deberán enfrentar: actualmente el caudal genera inundaciones en ambas costas en las épocas de muchas lluvias, pero a partir de ahora este será un problema que Perú deberá enfrentar en solitario. Justamente, la necesidad de frenar las inundaciones es uno de los motivos que argumentó Ecuador para construir el muro.

Perú acusó a Ecuador de haber continuado con la construcción del muro pese a sus pedidos de que se detenga y se instale una negociación entre ambos países. Por eso el gobierno peruano informó que, ante la falta de respuesta en este sentido, llamó a consultas a su embajador en Quito. Según medios de ambos países que ayer visitaron la zona fronteriza, la convocatoria del embajador no tuvo ningún impacto en las obras.

Por su parte, el gobierno ecuatoriano lamentó la decisión peruana, y en un comunicado de la cancillería, expresó que desde hace semanas está convocando a una reunión de los cancilleres de ambos países, a la que Perú no accede. La ministra Vicuña agregó ayer que “todo es susceptible de revisión para llegar a acuerdos” en esa reunión.

Además, el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa aseguró en Twitter que este proyecto en la frontera fue acordado con el ex presidente de Perú Ollanta Humala en una reunión del gabinete binacional. Esta información fue negada por el director de América de la cancillería peruana, Hugo de Zela: “Se ha dicho que el parque lineal que está construyendo Ecuador fue aprobado en el gabinete binacional de Macas del año pasado. Eso simplemente no ocurrió, quiero dejarlo claro”.