El productor que contaminó con agroquímicos la cañada Valenzuela, en la zona de La Armonía (Canelones), deberá pagar casi un millón de pesos –1.000 unidades reajustables–. La Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) también multó a la empresa que aplicó el producto. El herbicida tenía una dosis ocho veces mayor que la autorizada. La Dinama comprobó que en el predio, propiedad de un argentino, se aplicó Tordon, un herbicida que contiene picloram. En enero, 20 productores fueron afectados de manera directa o indirecta, y siete perdieron toda la cosecha por usar el agua de la cañada.

Todo salió a la luz cuando el productor Eduardo Casanova notó que las plantas que habían sido regadas con el agua de la cañada se estaban secando. Según constató el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), 64 hectáreas de maíz próximas al predio de Casanova habían sido fumigadas con picloram. El maíz pertenecía a Esencia del Bosque, sociedad anónima liderada por un productor argentino dedicado al agronegocio. Los productores afectados también iniciaron una demanda civil contra el argentino por la pérdida de sus cultivos.

Los damnificados verificaron el uso de agroquímicos tras encontrar etiquetas del producto en la zona y constatar que parte de la vegetación acuática también estaba quemada. Como consecuencia del daño, los productores debieron buscar alternativas de riego, puesto que no podían seguir usando el agua de la zona.

En febrero la Dirección General de Servicios Agrícolas del MGAP informó que habían detectado residuos de picloram en el agua de la cañada y en el suelo de los invernáculos afectados, que producían tomates y morrones.

Un informe de la Dinama asegura que las lluvias causaron un escurrimiento superficial del herbicida, que llegó a la cañada. La cañada Valenzuela es afluente del arroyo Canelón Chico, que, a su vez, desemboca en el río Santa Lucía.