La Mesa Política del Frente Amplio (FA) de Cerro Largo emitió una declaración en la que hace “apreciaciones” acerca de los dichos a la prensa del intendente departamental, Sergio Botana, sobre el ingreso y cese de funcionarios a la comuna. Botana había declarado a El País respecto de las 202 contrataciones directas de funcionarios concretadas en 2016 por su administración, alegando que “fueron las que con el aval del FA y el intendente de entonces, Pedro Saravia (quien ocupó la suplencia en la campaña electoral pasada), corrieron de la Intendencia como perros y debimos retomarlos”.

El comunicado del FA expresa que según un informe oficial de la Oficina Nacional de Servicio Civil sobre “Vínculos laborales con el Estado en el año 2016”, que incluye a los gobiernos departamentales y que se elaboró con datos “proporcionados por la propia Intendencia de Cerro Largo [ICL]”, la comuna arachana “cuenta al 31/12/16 con 1.504 funcionarios públicos, el número más alto desde el año 2000, de los cuales 417 son presupuestados y 1.087, contratados”. Agrega que la ICL “cuenta con 163 cargos de confianza política” y “es la que tiene más de todo el país”.

La declaración critica que, “frente a la contundencia de los números oficiales y [al hecho de] no tener argumentos racionales para dar explicación, el intendente involucró al FA como causa de despidos de funcionarios en el año 2015”. “Ante esta mentira ridícula, queremos dejar bien en claro que nuestra fuerza política rechaza y desmiente dichas afirmaciones. El FA siempre se ha manifestado en contra de utilizar la necesidad de trabajo de la gente frente a cada elección. Continuamente hemos denunciado la práctica política llevada adelante por gobiernos del Partido Nacional de utilizar el ingreso y el cese de funcionarios en la Intendencia con lógica clientelar”, expresa.

Finalmente, el FA declara que sí existieron despidos “en masa” en 2015 por “persecución política”, realizados “por gobernantes del Partido Nacional”, recuerda que el ex intendente Pedro Saravia fue el suplente del propio Botana y que durante su administración se cesó a más de 120 funcionarios de un plumazo, “por no ‘bailar al ritmo del intendente’ según palabras de la Directora de Personal de la época”.