Ayer a las 10.00, Pablo Silva se encadenó frente a la sede de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), en el edificio Libertad. Él es presidente de la Comisión Interna del Hospital Vilardebó y dijo a la diaria que tomó la medida porque hace varios días que los trabajadores del hospital denuncian que hay “problemas de gestión”. Por ejemplo, que hubo una “carencia progresiva” de los alimentos: “No había fideos, ni arroz, ni frutas ni verduras, y la carne era de muy mala calidad, porque no se le abonaba al carnicero”, aseguró Silva. Agregó que si no fuera por el trabajo de los cocineros y los tisaneros, “los pacientes habrían comido algo de mala calidad”, y que recién cuando se quedaron “con muy poca comida, hubo una intervención [de las autoridades]”.

Silva, que se desempeña como enfermero, denunció que faltan recursos humanos, ya que hay “un enfermero para 30 pacientes y un vigilante para 50”. También denunció “carencias edilicias” y que en el hospital hay “roedores y palomas”. “Los pacientes estuvieron mucho tiempo sin agua caliente, que en esta época es imprescindible. Los enfermeros estaban calentando agua en jarras eléctricas para bañar a los pacientes”, aseguró Silva, y agregó que la directora de hospital, Graciela Alfonso, hace “oídos sordos a todos los reclamos del sindicato”. El presidente del sindicato subrayó que denunciaron la situación ante ASSE, que respondió “sumariando a los sindicalistas”, e incluso a él lo suspendieron por 15 días.

Silva también se refirió al incendio que se produjo el jueves pasado en el Vilardebó, cuando un paciente prendió fuego un colchón –no fue por una protesta sino por accidente–. Señaló que en ese momento “había solamente un enfermero y pocos vigilantes, y no pasó nada gracias al gran trabajo de los funcionarios”.

Daniel Umpiérrez, representante del sindicato de las colonias Centro de Rehabilitación Médico Ocupacional y Psicosocial (Etchepare y Santín Carlos Rossi), estaba encadenado al cuerpo de Silva. El sindicalista denunció que en esas instituciones los pacientes “no tienen ropa” y los funcionarios carecen de uniforme. Señaló que los puestos de vigilancia –donde trabaja él– son unos contenedores con baños que no tienen saneamiento y que hay unos baños químicos que son “una vergüenza”.“Estamos muy aislados, y los mandos medios lo único que hacen es sancionar a los compañeros del sindicato. Hay persecución y amenazas de que los van a echar y a sancionar”, señaló. Agregó que llegaron a “este extremo” porque es “lamentable” que no haya solución para lo que reclaman, y dijo que las autoridades les “mienten”. “No nos vamos a mover de acá, y el viernes empezamos una huelga de hambre”, advirtió.

La voz oficial

Fuentes de ASSE señalaron que “no es verdad” que haya faltado comida en el Vilardebó y que “ningún proveedor” de alimentos estaba atrasado en el cobro, ya que desde este servicio descentralizado hicieron las consultas. Sobre la falta de agua caliente, dijeron que es un reclamo “muy viejo” y subrayaron que tanto este como otros “fueron contestados en su momento”. Agregaron que “la base del conflicto” es la sanción a Silva, y que ayer de tarde se desencadenó por un momento y fue recibido por autoridades de ASSE que le explicaron que se le iban a dar “todas las garantías del proceso”.

“Cuenta con los mecanismos legales pertinentes para hacer las defensas. No tendrá mucha fe en su propia defensa, ya que terminó encadenado. Como va perdiendo en el entretiempo, se fue del partido”, ilustraron desde ASSE. También indicaron que tampoco es verdad que había sólo un enfermero cuando se produjo el incendio del jueves, ya que “fueron por lo menos dos enfermeros internados en el [sanatorio] Banco de Seguros”. “Es extrañísimo que cuando aparece una sanción se repita algo viejo”, concluyeron desde el organismo.