Tras las declaraciones de los estudiantes del liceo 1 de Salto y de la diputada Manuela Mutti, y el comunicado de las madres que realizaron la charla sobre el aborto en esa institución, ayer se conoció parte de los contenidos del polémico taller que se realizó en junio con estudiantes de quinto y sexto año de liceo.

El diputado Sebastián Sabini (del Frente Amplio y del Movimiento de Participación Popular, como Mutti) difundió ayer un video en el que se ve a un grupo de jóvenes sentados en un salón mirando una pantalla, donde a su vez se pasa un video de una mujer que se realizó un aborto y luego perdió dos embarazos. El video consiste en el testimonio de Luz Marina Tamayo, una colombiana que cuenta su experiencia en un acto contra el aborto. La denuncia sobre la realización de esa charla, en la que también se entregó material con imágenes religiosas y maquetas de yeso que simulaban fetos de alrededor de diez semanas de gestación, provocó que el Consejo de Educación Secundaria iniciara un sumario a la directora del liceo, Diana Lucero, la separara del cargo y le retuviera 50% de su sueldo mientras dure la investigación.

En el video que se divulgó ayer, la mujer que cuenta su experiencia sobre un aborto dice que después de habérselo hecho, varias veces pensó en suicidarse. “Me la pasaba en cama, en posición fetal […] Estaba furiosa conmigo misma y quería asumir la responsabilidad completa. Estaba consciente de mi culpa, había fracasado a la hora de proteger el don más maravilloso que Dios me había dado. A pesar de la presión exterior de mi esposo y de la consejera [de la clínica en la que se realizó el aborto], yo era la única responsable de esa vida”. Luego cuenta que a los siete meses del aborto quedó embarazada de nuevo. “Se me convirtió en una obsesión querer reemplazar al bebé que había perdido”, sostiene, pero a continuación dice que perdió ese embarazo. “Fue muy doloroso, pero no tan doloroso como el aborto provocado. Es más fácil aceptar la voluntad de Dios que un crimen propio”, afirma en el video, antes de contar que a los dos años quedó nuevamente embarazada y a las nueve semanas de gestación perdió nuevamente ese embarazo. “Mi aborto había matado a mis tres hijos, porque por alguna razón mi cuerpo ya no podía...”, se escucha que concluye la mujer en el video.

Las madres que organizaron la charla habían difundido un comunicado en el que aseguraban que en la charla no se había hablado de religión “ni se planteó ninguna postura, ni contra el aborto, ni a favor de este”, por lo que “de ninguna manera se trató de adoctrinamiento”.

Repercusiones

“Este es el video aberrante que le pasaron a los estudiantes, si no viola la laicidad no sé qué lo hace. Una vergüenza”, escribió Sabini en Twitter al colgar el video. El diputado del Partido Colorado Fernando Amado pidió que las autoridades “se expidan rápido sobre veracidad de este video. De ser cierto, la violación a la laicidad es obscena”, escribió también en esa red social. La ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, reiteró ayer que, a su entender, “parece muy claro” que hubo una violación a la laicidad durante esa charla, convicción que surge de “los folletos que los chicos nos mostraron y de los adminículos que les habían dado”. La ministra recibió la denuncia de varios de los estudiantes que asistieron a la charla, que fue, según le dijeron, obligatoria.

Otros diputados, en cambio, mantuvieron ayer su respaldo a la directora del liceo 1 de Salto. En la media hora previa a la sesión en la Cámara de Diputados, ayer, tanto Gerardo Amarilla como Rodrigo Goñi, ambos diputados del Partido Nacional, aseguraron que “el que abusó y violó la laicidad fue el gobierno”. Amarilla afirmó que el taller “se llevó a cabo siempre dentro de un ámbito de libertad, respeto y neutralidad, buscando que los estudiantes puedan formar su propia opinión”, y consideró que la directora “promovió alianzas de aprendizaje a la comunidad y especialmente a las familias”. Goñi opinó que lo que pasó con la directora fue “un acto gravísimo de intolerancia”, porque “la laicidad ha sido mal entendida por las autoridades”. “Parece que hay una agenda de nuevos derechos que sustituye otros derechos tanto o más esenciales”, afirmó en cámara.

Por su parte, ayer la organización feminista Cotidiano Mujer emitió un comunicado en el que opina que los hechos “componen una violación a la laicidad y un acto de irresponsabilidad hacia los estudiantes. Además de utilizar símbolos y referencias religiosas, la entrega de fetos de yeso es una práctica intimidatoria, no pedagógica. El debate sobre el aborto y los talleres de sexualidad son enriquecedores y contribuyen a la educación de los jóvenes [...], pero desde el lugar del pensamiento libre y crítico, no del de la intimidación y el adoctrinamiento”.