El Frente Amplio (FA) no se había visto obligado a pronunciarse claramente sobre la situación en Venezuela hasta el sábado. La decisión de los países del Mercosur, incluido Uruguay, de suspender a ese país del bloque dividió las aguas, que hasta ese entonces venían diluyéndose bajo la marea general del llamado al diálogo. Los integrantes de la Mesa Política del FA se enteraron el sábado, durante la reunión del organismo en Buenos Aires, que el gobierno uruguayo había firmado para acompañar la decisión del resto de los países del Mercosur. “Salió en el momento en el que estábamos reunidos, no teníamos los elementos para expresarnos como fuerza política. El FA tomó el tema y se lo pasó a la CARIFA [Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del FA] para que nos informe en la próxima sesión de la Mesa Política”, explicó a la diaria el secretario político del FA, Gonzalo Reboledo.

Durante el encuentro en Buenos Aires, algunos dirigentes plantearon que la Mesa Política debía hacer una declaración cuestionando la decisión del Mercosur, pero como los sectores tenían posiciones diversas y no se conocían las razones de la decisión del gobierno uruguayo, se resolvió aguardar el informe de la CARIFA y volver a tratar el tema el viernes 11.

El presidente de la CARIFA, José Bayardi, dijo a la diaria que todavía no se le comunicó formalmente la decisión de la Mesa Política, y no quiso adelantar una opinión personal sobre la actuación del gobierno uruguayo. “Hasta ahora el FA venía en una posición de diálogo y de negociar, desde febrero de 2014, y el gobierno también venía en esa línea, por lo cual había un nivel de sintonía importante. Ahora hay un cambio importante”, advirtió. Ese “cambio importante” no pasó inadvertido para los sectores del FA, y hubo pronunciamientos sectoriales y personales el fin de semana, la mayoría de ellos en rechazo de la decisión del gobierno.

En la resolución adoptada el sábado, los cancilleres del Mercosur sostienen que en Venezuela se “constató la ruptura del orden democrático” y que esto constituye “un obstáculo inaceptable para la continuidad del proceso de integración”. Recuerdan que desde abril de 2017 se intentó hacer consultas con el gobierno venezolano y que esas gestiones “resultaron infructuosas debido al rechazo de este gobierno a la celebración de estas en el marco del Protocolo de Ushuaia”, que activa la cláusula democrática del bloque. Los cancilleres apuntan también que “no se han registrado medidas eficaces y oportunas para la restauración del orden democrático” por parte del gobierno de Nicolás Maduro. Por esto, resuelven suspender a Venezuela de sus derechos y obligaciones como Estado parte del Mercosur y agregan que la suspensión cesará cuando “se verifique el pleno restablecimiento del orden democrático” en Venezuela. La declaración añade que los estados partes “definirán medidas con vistas a minimizar los impactos negativos de esta suspensión sobre el pueblo venezolano”.

El Protocolo de Ushuaia establece que los estados partes deben definir las medidas a adoptar, que pueden abarcar desde “la suspensión del derecho a participar en los distintos órganos de los respectivos procesos de integración, hasta la suspensión de los derechos y obligaciones emergentes de esos procesos”. Si bien los cancilleres todavía no detallaron las acciones que tomarán, en ámbitos diplomáticos sostienen que la decisión adoptada el sábado no implicaría sanciones económicas para Venezuela; se trata más bien de una “señal política” de crítica a las acciones del gobierno de Maduro. Por otra parte, Venezuela no participaba en los organismos del Mercosur desde el año pasado. Brasil, Paraguay y Argentina alegaron que ese país incumplió en ratificar acuerdos comerciales centrales del bloque, y en diciembre de 2016 impidieron el ingreso de la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, al Consejo del Mercado Común. Con esta suspensión amparada en el Protocolo de Ushuaia, Venezuela ya no podrá participar en las reuniones de los organismos del Mercosur.

“Es una acción que tomamos en favor del pueblo venezolano, sin renunciar al diálogo, sin renunciar al entendimiento. Más allá de algunos agravios recibidos por parte de algunas autoridades venezolanas, Uruguay y todos nosotros estamos firmemente comprometidos con la democracia en el continente”, dijo el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, tras adoptar la decisión. En tanto, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, alegó que la suspensión de Venezuela del Mercosur resultó “imposible de evitar”.

La respuesta de Maduro no se hizo esperar. “A Venezuela no la sacarán del Mercosur jamás, porque es como que cortaran del mapa nuestro territorio y nos expulsaran de América. Nosotros somos Mercosur de alma, de corazón, de vida. Y una oligarquía golpista como la de Brasil y una oligarquía miserable como la que gobierna la Argentina podrán intentarlo 1.000 veces, pero nosotros siempre estaremos ahí”, dijo el presidente venezolano, en una entrevista con una radio local.

Distancias

El Partido Comunista de Uruguay (PCU), Casa Grande, la lista 711, el Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) se pronunciaron en contra de la decisión del Mercosur y de la posición asumida por el gobierno uruguayo. El PCU la calificó de “lamentable” y expresó su “absoluto rechazo a este nuevo y grave paso que, lejos de ayudar a superar la crisis política, social y económica de Venezuela, a través del diálogo y la paz, fortalece la lógica de la confrontación”.

Ayer Casa Grande expresó su “absoluto rechazo” a la decisión del Mercosur porque “no favorece al proceso de integración del Mercosur y menos aun al diálogo como salida pacífica a la crisis económica y política de Venezuela”. Exhorta al gobierno uruguayo a rever la decisión y al FA a pronunciarse “como fuerza política que históricamente ha defendido la emancipación de los pueblos”. La senadora del sector, Constanza Moreira, ya había dado su parecer en Twitter: “Dos varas y dos medidas en política exterior: se perdona el golpe en Brasil y se condena a Venezuela”.

En un comunicado, la lista 711 coincidió en que la resolución del Mercosur “no contribuye en nada a los esfuerzos que se vienen desarrollando en procura de la prevención de la violencia y, por ende, la pérdida de vidas humanas”.

El MLN, también en un comunicado, dice no entender ni compartir “la posición del gobierno”. “En momentos en que la tensión se polariza a tal punto, entendemos que no se puede ser neutral: elegimos estar del lado del gobierno legítimamente constituido” de Venezuela. El ex presidente José Mujica, por su parte, le transmitió la semana pasada al presidente Tabaré Vázquez que lo respaldaría en la decisión que tomara en este tema, según contó Mujica a Subrayado.

El PVP, en tanto, evaluó que la medida “castiga” al pueblo venezolano, “estrechando su aislamiento”. “Nos resulta insólita e inadmisible la postura de nuestro gobierno sumándose a la de los gobiernos de [Michel] Temer, [Horacio] Cartes y [Mauricio] Macri, quienes castigan a sus pueblos con políticas de ajuste salvaje y represión. Por estos motivos no portan legitimidad alguna para cuestionar la democracia de otro pueblo de nuestra América”, sostiene el sector. Y añade que la decisión del gobierno uruguayo “violenta el espíritu y la letra de los principios fundacionales y el programa del Frente Amplio”.

En el Partido Socialista (PS) las posiciones no están tan claras. El diputado Roberto Chiazzaro escribió el sábado en Twitter: “¿En qué mejora la situación de Venezuela el hecho de haber sido suspendida del goce de sus derechos en el seno del Mercosur?”. “No recuerdo cuándo la fuerza política debatió con cancillería la conveniencia y oportunidad de suspender a Venezuela. ¿Me habré olvidado?”, añadió. En cambio, la secretaria de Relaciones Internacionales del PS, Viviana Piñeiro, opinó a título personal que en Venezuela sucedieron hechos que, “sin lugar a dudas, atentan contra el orden institucional”. De todos modos, agregó que “faltan elementos” para hacer un balance de la decisión del Mercosur. El PS discutirá el tema hoy en su Comité Ejecutivo Nacional.

Sin Venezuela | La decisión del Mercosur no fue la única resolución que en estos días generó la molestia del gobierno venezolano con el uruguayo. El viernes, la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) eligió secretario general al mexicano Alejandro de la Peña, en ausencia de Venezuela, que anunció que no podría concurrir. Bolivia, Cuba y Ecuador, si bien votaron a favor del candidato, cuestionaron que se hubiera votado en ausencia del canciller venezolano, una decisión que atribuyeron al canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, en ejercicio de la presidencia pro témpore del Consejo de Ministros de la Aladi.