Sólo tres legisladores venezolanos asistieron ayer a la sesión del Parlamento del Mercosur (Parlasur). La participación de la delegación de ese país en el organismo legislativo regional es incierta, tras la decisión del Consejo de Mercado Común del Mercosur (CMC) de suspender a Venezuela del bloque.

La mesa directiva del Parlasur se reunió en la mañana, antes de la sesión. Pidió asesoramiento de la dirección de Jurídica del organismo, que hizo notar la pérdida de derechos de Venezuela a participar en las instancias del bloque, incluidas las reuniones del Parlasur. “Nosotros siempre trabajamos con la idea de que el Parlamento del Mercosur tiene total autonomía frente a su consejo [el CMC]”, “pero cuando hay un apartamiento resuelto por el consejo, no tenemos poder para alterar las consecuencias de ese apartamiento”, alegó el presidente del Parlasur, el brasileño Arlindo Chinaglia.

De todos modos, en la mesa directiva hubo consenso para que los legisladores de Venezuela continúen participando en las sesiones, aunque hay distintas posiciones sobre si deben hacerlo con o sin voto. La mayoría de la delegación argentina, el Frente Amplio (FA) de Uruguay y el Frente Guasu de Paraguay, por ejemplo, entienden que deben mantener su derecho a voto, mientras que la mayoría de la delegación brasileña y el Partido Nacional (PN) de Uruguay consideran que lo han perdido. La mesa directiva acordó que esta situación se terminará de definir en la próxima sesión del Parlasur, tras escuchar la posición del presidente de la delegación venezolana, Luis Emilio Rondón (de la oposición), quien ayer estuvo ausente en la sesión. “No hay todavía una posición definitiva por parte de la mesa directiva sobre si Venezuela sigue participando como viene participando o si tiene derecho a voz sin tener derecho a voto. La mesa directiva quiere garantizar la participación de la representación venezolana entre nosotros”, resumió Chinaglia.

Tanto el oficialismo como la oposición venezolana quieren seguir participando en las sesiones del parlamento regional. William Dávila, parlamentario de la opositora Mesa de la Unidad Democrática, reclamó ayer que el Parlasur “no se convierta en un tribunal de inquisición” excluyendo a Venezuela. Dávila aseguró que hay un “complot” para evitar que la delegación de su país participe en las sesiones, “alegando razones técnicas que no se corresponden” con una interpretación “amplia y cabal” del derecho internacional. Advirtió que el CMC no resolvió suspender la participación de la delegación de su país en el parlamento regional, y recordó que la Asamblea Nacional venezolana, de mayoría opositora, tiene la intención de continuar ejerciendo sus atribuciones. “Se ha querido confundir diciendo que ya no existe la asamblea y que la [Asamblea Nacional] Constituyente es la única que crea derecho hoy en Venezuela. No es así. Nosotros no hemos sido disueltos, aunque esa sea la intención política”, manifestó Dávila.

Declaraciones y silencios

Al inicio de la sesión, parlamentarios de todos los países reclamaron que el Parlasur se pronunciara sobre la decisión de la Asamblea Constituyente de Venezuela de asumir las competencias de la Asamblea Nacional. El diputado del PN Pablo Iturralde reclamó que el Parlasur adoptara una posición en “rechazo al golpe en Venezuela” y de condena a “lo que está haciendo el dictador [Nicolás] Maduro”.

El legislador brasileño Roberto Freire, del Partido Popular Socialista y ex ministro de Cultura de Michel Temer, sostuvo que “todos los parlamentos del mundo se pronunciaron contra la escalada dictatorial de Maduro”, excepto el Parlasur.

El parlamentario argentino Alberto Asseff, del partido Unir, de Sergio Massa, también señaló esa “omisión ominosa” y se refirió a “la escalada dictatorial en Venezuela”. Dijo que ese país “no tiene derecho a apartarse del camino democrático, y lo está haciendo y va en rumbo directo a la dictadura”.

Una propuesta del diputado frenteamplista Daniel Caggiani para alterar el orden del día y posponer el debate para el final, que finalmente no prosperó, contribuyó a alterar un poco más los ánimos. “Quieren postergar la discusión sobre Venezuela, entonces díganlo claramente”, reclamó el ex ministro de Temer.

La bancada progresista en el Parlasur, de la que el FA forma parte, emitió durante la sesión una declaración en la que expresa su “profundo rechazo” a la decisión de los gobiernos del Mercosur de suspender a Venezuela del bloque. “Este paso dado supone un retroceso que va en la dirección de profundizar el aislamiento de Venezuela, así como un agravamiento de la crisis política institucional que vive el hermano país”, señala la declaración.

Agrega que en la región “ya se han levantado demasiados muros”, y por tanto la labor de los parlamentarios del Mercosur debe ser de “pontífices”, en el sentido etimológico de “constructores de puentes”. “No perdemos de vista en ningún momento que Venezuela está en la mira de un plan de desestabilización imperialista e intervención agresiva, incluso militar, como lo ha afirmado el actual presidente de Estados Unidos. Rechazamos totalmente la amenaza realizada a Venezuela, que la tomamos como una agresión al conjunto de la región y los pueblos en Sudamérica”, indica la declaración.

La bancada progresista también cuestionó el último comunicado del Mercosur y sostuvo que la Asamblea Nacional Constituyente “no ha usurpado ni disuelto a la Asamblea Nacional”. “En Venezuela siguen funcionando los cinco poderes del Estado”, acota la declaración.

Finalmente, la bancada expresa su “solidaridad y respaldo” al pueblo venezolano y a su gobierno ante la “campaña desestabilizadora” que sufren “nuestros procesos políticos progresistas”.

El parlamentario venezolano oficialista Yul Jabour cuestionó durante la sesión que se diga que en su país hay una dictadura cuando “más de ocho millones de venezolanos” votaron a la Asamblea Constituyente. Aseguró que “la derecha” ya inscribió 198 candidatos para las elecciones regionales y que 65% de los medios de comunicación son privados, “la mayoría de la oposición”.

El también oficialista venezolano William Pérez acusó al diputado Freire de tener una actitud “injerencista y grosera” y le dijo que no tenía “moral” para hablar de democracia, luego de haber apoyado un golpe de Estado en Brasil.

Pese a estos cruces de declaraciones, el Parlasur finalmente no llegó ni siquiera a debatir oficialmente el tema, porque varios partidos, entre ellos el FA, no dieron sus votos para incluir la situación de Venezuela como punto de debate en el orden del día. “No quieren hablar de Venezuela, quieren apoyar la dictadura”, concluyó el ex ministro de Temer, haciendo gestos airados. Un grupo de parlamentarios pertenecientes a distintos partidos políticos pretendían proponer una declaración de condena a la “escalada dictatorial” del gobierno de Maduro, pero finalmente no lo hicieron.

En cambio, se votó una declaración de condena al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su amenaza de injerencia militar en Venezuela. La declaración, que contó con los votos del PN pero no con los del FA, que en ese momento no estaba en sala, expresó su “repudio” a “cualquier amenaza a la soberanía de Venezuela” y agregó que “sólo cabe al pueblo de Venezuela, por medio del diálogo, encontrar las soluciones a sus problemas”.

El legislador del PN Gustavo Penadés comentó que le parecía “ridículamente contradictorio” que se hubiera votado una declaración para “castigar como se merece” las declaraciones de Trump minutos después de negar la posibilidad de un debate sobre la situación en Venezuela.