Fueron dos tiempos bien distintos los que disputaron picapiedras y violetas en la tarde de ayer a orillas de la bahía de Montevideo. Con un destacable orden táctico, Rampla Juniors supo acomodarse en el tramo final del encuentro, a pesar de estar en desventaja numérica y de ir perdiendo, y logró un valioso empate en un trámite que lo tenía complicado. Defensor Sporting se quedó masticando la bronca al final: estaba jugando mejor, ganaba, jugaba con un hombre de más y tenía el partido casi abrochado, pero falló en los relevos y en la definición, algo que pagó caro en el final.

Al principio del partido, parecía que iba a ser la tarde de Rampla en su casa. El público local se arrimó en gran número y alentó sin cesar a un equipo que tiene luz. En una circunstancia poco habitual en su historia reciente, el hincha rojiverde disfruta de ver a su equipo alejado de las posiciones de descenso y se entusiasma con poder verlo jugar un torneo internacional. Y va por buen camino. De arranque, el local pegó duro. Santiago González desbordó por la derecha, habilitó a Adrián Leites y el volante pateó un bombazo con la derecha. A cobrar: quedaban 1-0 cuando habían transcurrido apenas nueve minutos.

El equipo del Ronco Luis López manejó los hilos durante la primera mitad del encuentro. La estructura táctica, conformada por un neto 4-4-2, le permitió llegar varias con peligro al arco de Gastón Rodríguez. Podría haber aumentado la diferencia con un tiro libre a distancia de Santiago González o con algunos centros pasados, pero el arquero violeta, quien suplantó al suspendido Guillermo Reyes, respondió muy bien.

Defensor Sporting, que jugaba con la presión que significaba el triunfo de Nacional, que se mantuvo primero en la Tabla Anual, jugó a ensayo y error con un esquema de 3-4-3 que le rindió. Por momentos, la línea de tres quedó mal parada y podría haber tambaleado en algún contragolpe picapiedra. Lo mejor en el violeta estuvo en la presencia de Facundo Castro y en la presión constante de Gonzalo Carneiro.

En el final del primer tiempo, el juvenil isabelino Pablo López se fue por la derecha y tiró un centro rastrero que Carneiro conectó abajo. Rodrigo Odriozola tapó el disparo y sacó la pelota al córner. En esa misma pelota quieta, el golero duraznense fue a pelearla cuerpo a cuerpo con Carneiro. Hubo empujones entre ambos, incluso más del jugador violeta, pero el árbitro Fernando Falce entendió que fue infracción del picapiedra y sancionó penal, que Carneiro cambió por gol.

Te vas

Defensor se acomodó muy bien en el arranque del segundo tiempo. La intensidad fue fundamental para ponerse rápidamente en ventaja. Carneiro, que seguía picante, probó de tiro libre y esta vez Odriozola le ahogó la celebración con una gran volada. Pero a escasos minutos, Castro mandó un elevado centro por la derecha que fue bien conectado por el delantero violeta para convertir el segundo. Odriozola tuvo una floja respuesta para quedarse con el centro, y el lungo delantero de los del Parque Rodó lo anticipó y festejó.

Lo peor para los locales vino con la expulsión de Ignacio Panzariello, que vio la segunda amarilla por bajar al panameño Cecilio Waterman, incidencia que inclinó la balanza hacia el lado visitante. Defensor tuvo muchas jugadas de contragolpe, pero no pudo definir ninguna. El director técnico Eduardo Acevedo intentó cerrar el partido mediante cambios ofensivos, pero, para inquietud suya y de los hinchas violetas, el tercer gol no llegaba.

Rampla Juniors no se entregó. Intentó, fue a más y tuvo su premio. Cerca del final, el defensa Emiliano Álvarez bajó innecesariamente al brasileño Léo Bahía dentro del área y le dio al ingresado Alex Silva la chance de marcar el festejadísimo empate, mediante un tiro penal.