En octubre, la Administración Nacional de Puertos (ANP) abrirá los pliegos para una licitación pública internacional que tendrá como objetivo contratar dragado de mantenimiento y corrección en varias zonas del puerto de Montevideo: canal de acceso, antepuerto, dársenas, canales interiores, etcétera. Según el texto de la licitación, el volumen que se plantea dragar es de 17 millones de metros cúbicos, con una cota máxima de 12,60 metros en las zonas en que sea posible. Originalmente, la licitación se iba a abrir en setiembre, pero el Sindicato Único Portuario y Ramas Afines (SUPRA) logró posponerla para octubre, ya que no está de acuerdo con el llamado.

“Dragar no es solamente sacar barro. Es soberanía. Y nosotros lo defendemos como tal”, dijo a la diaria Marcos Acosta, dirigente de SUPRA. Señaló que la necesidad de dragar es perpetua y siempre la realizaron los funcionarios públicos, que lo hacen “bien y barato”. En el sindicato entienden que con las unidades que tienen están “capacitados para hacer todo tipo de dragado de mantenimiento”.“Sería algo muy novedoso que quedara un barco varado en el puerto de Montevideo. Hoy entran barcos de 320 metros de largo, reciben su carga y se van cargados con un calado máximo, a veces de hasta de 13 metros de profundidad, y salen del puerto sin ningún problema”, aseguró Acosta.

Además, el dirigente portuario indicó que la empresa holandesa IHC –que ganó una licitación para construir una draga más moderna que la 7 y la 9, que actualmente utilizan en el puerto– hizo un relevamiento en el que concluyó que el costo del dragado del metro cúbico por parte de los funcionarios de la ANP es de 2,50 dólares, mientras que en el mercado internacional asciende al doble, o sea que implicaría un costo adicional de cerca de 100 millones de dólares por año.

Acosta considera que es importante tener en cuenta que la licitación implica “barcos que vienen de otros países, con banderas extranjeras, que no dejan un peso para las arcas de Uruguay y se llevan la plata de nuestro país”. Agregó que en “países neoliberales”, como Alemania o Estados Unidos, el dragado es público, justamente, porque lo toman como soberanía. “Si vos tenés una guerra, el mapa náutico no se lo podés dar a cualquiera, porque es por donde te pueden invadir”, señaló el dirigente.

El pliego de condiciones de la licitación señala en su artículo 12 que “si el contratista entendiera necesario utilizar embarcaciones de bandera extranjera, deberá atender lo estipulado por la Ley 17.742”, que establece: “A quien se le adjudique dicha licitación y firme convenio con Uruguay, en los que se deba utilizar dragas de succión por arrastre, o de corte, o plataformas, gabarras, grúas flotantes, ‘suppleys’, rempujes y chatas, al comenzar las obras deberá enarbolar sus embarcaciones con el Pabellón Nacional”. No obstante, Acosta subrayó que eso “no es así”, ya que al puerto “siempre vienen con bandera extranjera, porque hay un anexo que les permite no hacer el trámite por seis meses”. “Después se van, cruzan la frontera y vuelven a los seis meses. Acá negocian por media tripulación uruguaya y el resto todo extranjero”, aseguró.

A juicio del dirigente del SUPRA, la ANP podría apostar a traer más maquinaria y herramientas, como es el caso de la draga que construirá IHC, “pero no gastar ese dineral en cosas privadas, porque no es necesario”. Además, subrayó que, por el lugar donde se lleva a cabo la actividad, la ciudadanía no suele prestarle atención al dragado.“Ve que se gasta mucho en energía eléctrica, por ejemplo, pero los millones de dólares del dragado quedan abajo del agua, entonces hay gente que se puede hacer un poco la loca”.

la diaria también se comunicó con Alberto Díaz, presidente de la ANP, quien señaló que decidieron posponer por un mes la apertura de la licitación, así podían tener un margen “para conversar con el sindicato”, y actualmente están en un ámbito de negociación. El jerarca señaló que para la administración lo importante es el volumen a extraer en todas las zonas, que estiman en 18 millones de metros cúbicos. Agregó que el contrato de la licitación es por tres años, lo que significa que si se reparte equitativamente, sólo 30% del dragado quedaría en manos de una empresa del exterior.

El jerarca dijo que hay que tener en cuenta que la decisión de contratar a una de las empresas postulantes demora varios meses –entre seis y nueve–, por lo tanto no se trata de un trámite rápido: “Tengo dragas disponibles y quiero varar una por reparación o rotura, entonces, salgo a contratar”. Además, Díaz dijo que no tiene certezas sobre los costos que podrían ofertarse en la licitación, por lo tanto no puede opinar sobre las estimaciones del sindicato, pero sí sabe los costos de los funcionarios del puerto. “Pero obviamente no podemos comunicarlos, porque eso estaría influyendo en la licitación”.

Díaz señaló que en este momento tienen cierta cantidad de dragas y equipos de ayuda disponibles y que dentro de dos años recibirán la draga nueva que mandaron a construir a la empresa IHC, pero “hasta que no esté 100% de la draga, no hay nada”. Por último, subrayó la posición de la ANP: “Lo que importa es que el puerto tenga la profundidad adecuada para que vengan las compañías navieras y la carga de exportación nacional salga. La herramienta es el dragado propio y el contratado, no es que tengamos prioridad por el dragado extranjero o el nacional. En este caso, lo que nos importa es asegurarles a las navieras que el puerto va a estar dragado”, finalizó.