En su última comparecencia ante la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Senadores, el viernes, el canciller Rodolfo Nin Novoa dio extensas explicaciones sobre la posición del gobierno uruguayo respecto de su par venezolano, según consta en la versión taquigráfica.

Nin destinó los primeros minutos de su exposición a citar todas las declaraciones que hizo el gobierno de Tabaré Vázquez desde 2015 y que expresan preocupación por la situación del diálogo político y de los derechos humanos en Venezuela. También relató los intentos frustrados de contribuir a un diálogo entre el gobierno y la oposición en ese país.

Recordó que Uruguay aceptó en mayo ser parte de un grupo de países que oficiarían de mediadores, entre los cuales estaban El Salvador, Nicaragua, República Dominicana y San Vicente y las Granadinas. Este grupo se reunió el 21 de junio en Cancún. En ese ámbito, Uruguay propuso ampliar el grupo de países participantes en esa negociación, “porque nos parecía que estaba demasiado inclinado desde el punto de vista ideológico-político para un lado”, argumentó Nin. Añadió que el grupo “iba a estar soportado, digamos administrativamente o desde el punto de vista de la infraestructura, por la fundación de Leonel Fernández”, y se iba a elaborar “una agenda para fijar la metodología”, pero a eso “nunca se nos contestó”. “Quedó en la nada”, afirmó.

El canciller comentó que antes de adoptar la decisión de suspender a Venezuela del Mercosur, los países del bloque habían invitado al gobierno de Nicolás Maduro a un diálogo en Brasilia y este se negó mediante una “carta larga” en la que alegaba la “inaplicabilidad” del protocolo de Ushuaia a su caso. En cambio, proponía “constructivamente encauzar esta invitación como una primera oportunidad” para “asumir un diálogo fructífero” que reivindicara su “condición y derechos como estado parte del Mercosur” y restaurara “la vigencia de la normativa de la organización lesionada por las actuaciones previas de los gobiernos de Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina”. “Entonces, lo que hace es invitarnos a celebrar esta reunión, pero en Caracas”, resumió Nin en comisión.

Con respecto a la suspensión, consideró que “no va a cambiar gran cosa”, pero que “es una señal política muy fuerte, que no se puede agotar en la presión”. “Hay que seguir; hay que insistir. Habrá que poner la otra mejilla, si fuera del caso, como buenos cristianos que somos el señor presidente y yo”, comentó.

El canciller cuestionó el accionar del gobierno de Maduro, en particular, la inhabilitación de los candidatos de la oposición para las elecciones. “Resulta sorprendente. ¡15 años de inhabilitación! En alguna oportunidad he dicho que la dictadura uruguaya no pudo o se animó nada más que a prohibir o a proscribir durante un período electoral a dos de las tres principales figuras que podrían haber disputado la elección en aquel momento”, manifestó.

Consultado por la oposición sobre si Uruguay reconoce a la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, Nin remarcó que los países no reconocen instituciones sino estados y gobiernos. “Es como si alguien supusiera que van a opinar o reconocer la Corte Electoral del Uruguay o la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, o el Tribunal de Cuentas de la República. Por lo tanto, nosotros no reconocemos ni dejamos de hacerlo. Es un tema que no nos incumbe y que es propio de la política interna de Venezuela en este caso”, señaló.

La declaración de Lima

La semana pasada, tras una reunión de cancilleres y vicecancilleres en Lima, 12 países firmaron una declaración de condena al gobierno de Venezuela. Uruguay envió al encuentro sólo a su embajador en Perú, y además no firmó la declaración final. Este fue otro los puntos que le planteó la oposición a Nin.

El canciller confesó que el punto más preocupante de la declaración para Uruguay era el que proponía suspender la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)-Unión Europea prevista para octubre; “creemos que es inconveniente para Uruguay y para el Mercosur”, explicó. Uruguay tampoco compartía el punto de la declaración en la que no se reconoce a la Asamblea Nacional Constituyente.

En cambio, el canciller dijo que su gobierno comparte los puntos de la declaración que señalan una ruptura del orden democrático en Venezuela, el reconocimiento de la Asamblea Nacional como organismo legítimo y democráticamente electo, y la condena de las violaciones a los derechos humanos.

Detrás de la pantalla | El canciller anunció que su ministerio está haciendo consultas con el Ministerio de Economía y Finanzas y con el de Educación y Cultura para evaluar el retiro de Uruguay de Telesur y también del Banco del Sur, “para el que todavía no hemos puesto los aportes correspondientes”, acotó.