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la diaria

Cultura

 Leonard Cohen, cantante canadiense, durante un concierto en el estadio Olímpico en Ámsterdam (Holanda), el 21 de agosto de 2012. / Foto: Paul Bergen, Efe
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¿Qué hay de nuevo, viejo?

Pasó temporadas en hoteles y en los bares que los rodeaban, en donde cultivó la bohemia. Vivió en la isla de Hidra (Grecia), en una casita sin electricidad, teléfono ni agua, pero con su Olivetti, rodeado de un paisaje que resultaba paradójico para un señor que desborda oscuridad. Sufrió la depresión y los fármacos que la aplacan. Un día se hartó de las giras y se fue un par de años a un monasterio zen, de esos que están en lo alto de una montaña, en los que los discípulos se visten con túnicas como buenos monjes budistas y sus espíritus son guiados por un maestro oriental de nombre impronunciable. En cualquiera de esos lugares escribió novelas, poemas y más poemas, y compuso más de una centena de canciones. Semejante historial daba para que Leonard Cohen estuviera retirado, contemplando sus infinitos reconocimientos, pero nada más ficticio: acaba de cumplir 80 años y lo festeja con álbum nuevo.