Como desde 1996, cuando el colectivo de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos (Famidesa) convocó a una movilización callejera para homenajear a las víctimas del terrorismo de Estado, exigir la verdad sobre su paradero y castigo para los represores, este 20 de mayo habrá una nueva Marcha del Silencio.

Bajo la consigna “Ellos saben dónde están, exigimos respuestas”, en el departamento de Maldonado la actividad central será en la capital fernandina, con la acostumbrada concentración en la esquina de las calles Héctor Gutiérrez Ruiz y Zelmar Michelini, que recuerdan a los legisladores asesinados en Buenos Aires el 20 de mayo de 1975 junto a los militantes William Whitelaw y Rosario Barredo, en el marco de la Operación Cóndor.

Desde esa esquina, la marcha organizada por colectivos de derechos humanos y organizaciones sindicales partirá a las 18.30 para rodear la céntrica plaza San Fernando. En San Carlos, la concentración se realizará a las 10.30 en la plaza Artigas para avanzar por 18 de Julio hasta la plaza 19 de Abril y, desde allí, llegar al Paseo de la Memoria Amelia Lavagna de Tizze, ubicado en la avenida Rodó.

En Piriápolis, la columna de manifestantes saldrá a las 17.30 de la rotonda del balneario hasta la rambla Piria, mientras que en Pan de Azúcar está previsto que la marcha comience en la calle Félix de Lizarza rumbo a la ruta 9.

Durante la última sesión de la Junta Departamental, la edila frenteamplista Beatriz Jaurena, del Partido por la Victoria del Pueblo, ofreció una recorrida histórica de la movilización de cada 20 de mayo y destacó la búsqueda incansable de madres que perdieron a sus hijas e hijos bajo el terrorismo de Estado.

Jaurena también lamentó que la Justicia uruguaya “es muy lenta, tanto en lo que tiene que ver con los juicios como en la búsqueda de los restos”, y recordó que hay denuncias desde hace más de 30 años.

En este contexto, remarcó que Maldonado “sigue esperando” avances en la denuncia por la desaparición forzada y asesinato bajo tortura del edil y dirigente sindical Horacio Gelós Bonilla y del militante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros Eduardo Mondello, en 1976.

También remarcó que faltan respuestas sobre “qué pasó” con Amelia Lavagna de Tizze en 1975 y “cómo fueron secuestrados” los hermanos argentinos Lila y Claudio Epelbaum en Punta del Este, “dejando en evidencia el Plan Cóndor y la coordinación represiva”.

Jaurena también recordó que está pendiente la designación de una calle de Pan de Azúcar con el nombre del militante comunista Jorge Pedreira Brum. Oriundo de esa ciudad y electo edil de la Junta Departamental de Maldonado en 1971, Pedreira desapareció siete años después. Una investigación de la Institución Nacional de Derechos Humanos permitió determinar la ubicación exacta de sus restos en julio del año pasado.

Por último, la edila marcó la necesidad de que los municipios o la Intendencia de Maldonado eleven las “placas de la memoria” que se colocaron años atrás a ras del suelo y que, con el tiempo, han perdido visibilidad. Y también solicitó que el municipio carolino coloque la “señalización correspondiente” en el Paseo de la Memoria Amelia Lavagna, construido en el marco del último presupuesto participativo de la localidad a través de un proyecto del colectivo Cultivando la Memoria.