Una sentencia dictada ayer por la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua declaró inaplicable un artículo de la Constitución que prohíbe la reelección presidencial, lo que le permite al actual presidente, Daniel Ortega, del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), cumplir con su aspiración de postularse en las elecciones de 2011.

Ortega presentó un recurso de amparo ante el Consejo Supremo Electoral el 15 de octubre, en conjunto con los 109 alcaldes de los municipios pertenecientes al partido de gobierno. Ese recurso reclamaba la aplicación del principio constitucional de igualdad incondicional de todos los ciudadanos y lo esgrimía para argumentar en contra de una reforma de 1995 que incorporó a la Constitución la prohibición de la reelección consecutiva a cargos ejecutivos. El presidente, el vicepresidente de la República y otros funcionarios estatales pidieron que no se les aplicara.

El Consejo Electoral se declaró incompetente para resolver estas contradicciones en la Constitución y lo derivó al Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM). Ante ese tribunal presentó un nuevo recurso el representante legal de Ortega, Eduardo Mejía Bermúdez, aduciendo que la prohibición les provocaba perjuicios a sus representados por no permitirles presentarse en los comicios, recoge El Nuevo Diario de Nicaragua.

A partir de entonces, la petición de Ortega transitó una serie de trámites legales hasta la sentencia que habilita al presidente a presentarse a las elecciones de 2011. Según el periódico local La Prensa, Ortega tuvo la intención de que fuera la Asamblea Nacional la que resolviera el asunto, pero le fue imposible obtener los 56 votos necesarios para reformar la carta magna, por lo que optó por recurrir a la Corte Suprema.

La resolución de la Sala Constitucional de esa corte, que estuvo integrada únicamente por magistrados simpatizantes de Ortega -los opositores no se hicieron presentes-, vuelve innecesaria la reforma constitucional y hasta un posible referendo. De inmediato levantó polémicas en los ámbitos político y judicial nicaragüense. El periódico Nuevo Diario aludió a la decisión judicial ayer en su portada: la calificó de “obscenidad jurídica” y la consideró “la más insólita de las resoluciones en la historia jurídica de Nicaragua”. El medio compara ese fallo con los tiempos del dictador Anastasio Somoza.

Por su parte, Francisco Rosales, presidente de la Corte Suprema, hizo referencia a otros ejemplos similares que se han dado -y se dan- en la región. “Si [Álvaro] Uribe lo hace, está bien. Si [Óscar] Arias lo hace, está bien. Pero si nosotros lo hacemos, entonces está mal”, declaró Rosales. En Colombia y Costa Rica, los presidentes Uribe y Arias, respectivamente, fueron favorecidos por distintos fallos judiciales y reformas que les permitieron extender sus mandatos en el tiempo. En el caso de Uribe, todo apunta a que podrá ser electo por tercera vez consecutiva. También lograron abrir la puerta a su reelección el venezolano Hugo Chávez, el ecuatoriano Rafael Correa, y el boliviano Evo Morales. Un intento similar por parte de Manuel Zelaya fue el argumento de los golpistas que hoy se encuentran en el gobierno de Honduras para derrocarlo en junio.

Pero resistencias de distinto tipo hubo en todos esos casos, y también en el del presidente nicaragüense, quien, tras gobernar en la década de 1980, está de regreso en el poder y con ganas de quedarse. Mientras que la oposición anuncia movilizaciones contra el fallo judicial, desde el exterior los países que integran el Alba (Alianza Boliviariana para nuestros pueblos de América) celebraron la resolución como el “fruto de la lucha incesante del pueblo nicaragüense por la soberanía y la emancipación”.

Con los integrantes del Alba estuvo en desacuerdo el presidente de la Corte Suprema de Nicaragua, Manuel Martínez, quien calificó el fallo de “ilegal”, de “inaplicable” y habló de una “anarquía legal”. El juez dijo que en la Sala Constitucional, los tres magistrados que militan en filas liberales y que la integran junto con tres sandinistas fueron reemplazados para que la totalidad de los miembros de esa corte fueran oficialistas, indicó la agencia EFE. Dos de los jueces liberales dijeron que no fueron convocados a tiempo para participar en la sesión, mientras que otro se encontraba en el exterior. En respuesta, el presidente de la sala, Francisco Rosales, dijo que él convocó a todos los integrantes del tribunal y que llegaron sólo los jueces sandinistas con sus suplentes para pronunciarse en lo que ya es una sentencia firme.