El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que iba a ser dado de alta en la tarde de ayer luego de la agresión sufrida el domingo en Milán, continúa hospitalizado, ya que los médicos concluyeron que las secuelas del ataque resultaron más graves de lo que se preveía. Hoy las autoridades del hospital San Raffaele milanés evaluarán en qué condiciones se encuentra el paciente para resolver sobre su situación.

Según los reportes médicos, Berlusconi se alimenta con dificultad a causa de las heridas que le dejaron dos dientes partidos y una fractura parcial de su nariz. Si bien sus asesores indicaron que Il Cavaliere perdió medio litro de sangre como consecuencia de la herida y pasó la noche con dolores de cabeza, sus signos vitales se encuentran bien.

Massimo Tartaglia, sindicado como responsable del ataque, fue detenido, trasladado a la cárcel de San Vittore, y se lo acusó por delito de agresión con agravantes. La detención confirmó que Tartaglia, un paciente psiquiátrico, tenía en su poder otras dos estatuillas como la que usó para ejecutar el golpe -réplicas en miniatura del Duomo de Milán-, además de un crucifijo y un spray picante, informó el diario español Público.

Emilio Fede, director de informativos de Rete Quattro, uno de los canales de televisión que conforman el vastísimo imperio mediático que posee Berlusconi, tuvo la posibilidad de hablar con el mandatario italiano en el hospital. Según palabras de Fede, el primer ministro no se encuentra asustado pero sí “preocupado porque existe una atmósfera de excesiva violencia”.

Un comunicado de los senadores del Pueblo de la Libertad, el partido de Berlusconi, sostiene que la agresión “no puede ser atribuida sólo a quien ha atacado físicamente a Berlusconi. Las campañas de odio, la agresión periodística, el lenguaje descabellado [...]. Podemos dar nombres, lugares y episodios que han preparado este gesto”, recoge Público.

Para los conservadores italianos el responsable de este “clima de odio” es el ex magistrado Antonio Di Pietro, líder del opositor partido Italia de los Valores (IdV), quien, si bien condenó el ataque a Berlusconi, también consideró que con sus actitudes es el primer ministro quien “instiga a la violencia”.

A nivel internacional, Berlusconi recibió la solidaridad del primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y también la del presidente del Parlamento Europeo, el polaco Jerzy Buzek, quien condenó el ataque y expresó su apoyo al premier italiano en nombre del órgano legislativo continental.

Para Mario Mauro, representante del Partido Popular Europeo del que forma parte Berlusconi, la agresión del domingo fue algo “indigno” y añadió que este tipo de hechos “nos llevan al borde del abismo”, consigna EFE.