En un acto celebrado ayer en San Pablo, la ex ministra de Medio Ambiente brasileña Marina Silva, quien durante cerca de 30 años militó en el oficialista Partido de los Trabajadores (PT), firmó su anunciada afiliación al Partido Verde (PV).

Silva, actualmente senadora por el estado de Acre -uno de los menos desarrollados del país-, fue recibida por cerca de un millar de adherentes y dirigentes del PV, que cantaron “¡Brasil, urgente, Marina presidente!”, ya que en la interna del bloque ecologista se considera que Silva es una figura de renombre que seguramente sea la más apropiada para ser la candidata presidencial de este partido en las elecciones que se celebrarán el año próximo.

Sin embargo, pese al clima preelectoral y festivo que predominó, Silva bajó la pelota y en declaraciones a la prensa recogidas por el diario Folha de São Paulo afirmó que las candidaturas tienen que ser fruto de un proceso y que recién se definirán el año que viene.

“Me siento honrada con la invitación [...] pero ésa es una decisión que vamos a tomar en el 2010”, dijo. Luego en su discurso, que duró cerca de 40 minutos y en el que citó las luchas llevadas adelante por Nelson Mandela y Martin Luther King, la dirigente reconoció que la decisión de dejar el PT fue fruto de un proceso “doloroso”, y mientras recordaba sus largos años de militancia en este partido, hoy en el gobierno, no pudo evitar conmoverse hasta las lágrimas. Después dejó el llanto a un lado y se mostró esperanzada e ilusionada con su ingreso al PV. “No vengo con el sueño del partido perfecto en el que creí en mi juventud, pero tengo la convicción de que los hombres y las mujeres de bien pueden perfeccionar las instituciones partidarias”, señaló Silva, quien en el momento de dejar el PT sostuvo que lo hacía porque dentro de este sector ya no encontraba “condiciones políticas” para avanzar en cuestiones ambientales.

Presente verde

“Nosotros estamos aquí porque tenemos ideales, no simplemente para ganar una elección y ser diputado, senador o presidente”, marcó Silva, quien seguramente con estas palabras intentó dejar clara su posición respecto de lo que hoy entiende que es el PT, partido que desde hace un buen tiempo viene experimentando ciertas mutaciones propias de un sector afincado en el poder.

La ex ministra, además, reconoció que la economía brasileña ha encontrado un equilibrio en los últimos períodos de gobierno, pero señaló: “No podemos continuar creciendo en la misma dirección”. Asimismo, aclaró que el PV “no está diciendo que no se puede tener desarrollo, pero que ese desarrollo se tiene que dar de forma sustentable”.

En el auditorio que fue a darle la bienvenida a Silva se encontraba Elenira Mendes, hija de Chico, reconocido sindicalista del caucho y activista ambiental, luchador por la preservación de la región del Amazonas, asesinado en 1988, del cual Marina fue compañera de militancia.