El proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (SCA) del gobierno argentino atrajo en las últimas semanas la atención política. Pero le surgió un competidor. El vicepresidente, Julio Cleto Cobos, cobró protagonismo al oponerse, una vez más, al gobierno que integra. El jueves se reunió con varios dirigentes opositores para coordinar acciones, justamente, contra la iniciativa de ley SCA. En el encuentro participaron, entre otros dirigentes, Mauricio Macri y Francisco de Narváez, las dos cabezas de la alianza derechista Unión-Pro, principal competidora del oficialismo en las elecciones legislativas de junio.

Como estrategia, se propusieron cuestionar toda ley que se apruebe en el Congreso antes del 10 de diciembre, cuando asumirán los legisladores que fueron electos este año y el oficialismo perderá ventaja. Como efecto secundario de ese encuentro, se renovaron las críticas hacia Cobos y a su doble papel de integrante del Ejecutivo y opositor. “Hay gestos que a uno lo obligarían a dar un paso al costado”, dijo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, mientras que el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, el kirchnerista Alberto Balestrini, acusó a Cobos de “desestabilizar” el gobierno, publicó Página 12.

“Renunciar sería el camino más fácil”, respondió Cobos, quien se declaró dolido por las acusaciones, “agravios, descalificaciones, maltratos”, ya que es “un ser humano que está lleno de sentimientos, de pasiones, no un robot”.

Desde fuera del gobierno también llegaron las críticas al estilo Cleto. “No puede olvidarse” de que es vicepresidente, opinó el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en declaraciones a Página 12. A su entender, Cobos no está obligado a renunciar, pero sí “tiene que ser vicepresidente”, y su foto junto a “todos los opositores para parar una ley del Poder Ejecutivo del que él es parte causa una conmoción institucional indudable”. Lo mismo dijo Margarita Stolbizer. La diputada y líder de Generación para un Encuentro Nacional cuestionó: “Es una posición muy difícil de entender esto de pretender liderar la oposición al gobierno que uno integra. Es difícil en términos institucionales y en términos personales. Me pregunto cómo sigue integrando un gobierno en el cual nadie le habla, prácticamente”.

Pese al renovado protagonismo de Cobos, el proyecto de ley de SCA se quedó ayer con los titulares. La presidenta Cristina Fernández anunció en conferencia de prensa que quedarían fuera del texto de esa iniciativa las empresas de telefonía y la posibilidad de que accedan al negocio de combinar sus servicios con otros de televisión por cable y de internet, indicaron los diarios Página 12 y La Nación, y la agencia Télam. El punto era resistido por algunos legisladores por temor a que se creara un monopolio. La presidenta introdujo este cambio al proyecto para “aventar este escollo para lograr un consenso amplio y democrático” que permita aprobar el texto. El oficialismo aspira a que esta semana la iniciativa obtenga el sí de Diputados y pase a estudio del Senado.

En respuesta al reclamo de Cobos y compañía, Fernández dijo ayer que “el Congreso siempre tiene legalidad y legitimidad”.