La extradición se concreta tras un largo proceso que comenzó con la detención del coronel retirado Manuel Cordero en Brasil, en febrero de 2007, luego de que permaneciera prófugo desde octubre de 2004. Hoy será trasladado desde Santana do Livramento hasta la frontera con Argentina y, de allí, a la capital de Buenos Aires.

La detención se produjo a primera hora de la mañana de ayer por parte de la Policía Federal de Brasil, que lo dejó internado en un centro cardiológico de Santana do Livramento para realizarle los chequeos médicos correspondientes antes de proceder al traslado a Argentina. La defensa de Cordero presentó este mes dos recursos de hábeas corpus al Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil.

En el primero, fechado el 8 de enero, afirmaba que Cordero “sufre de graves problemas cardíacos y que necesita urgentemente de una cirugía” y pedía autorización para que pudiera viajar a Porto Alegre para realizarse exámenes. En diciembre de 2008 el extraditable pasó a cumplir su arresto en su domicilio tras una cirugía cardiovascular. El 14 de enero, el ministro del STF César Peluzo ordenó que el hábeas corpus fuera derivado a un relator especial que recién lo estudiaría al regreso de la licencia, en febrero.

El lunes se conoció el segundo recurso: Cordero intentó anular el proceso de extradición amparándose en la Ley de Amnistía brasileña, hermana de la Ley de Caducidad uruguaya. Ambos episodios fueron vistos en el Movimiento de Justicia y Derechos Humanos brasileño, que ha seguido de cerca todo el proceso, como otras instancias de dilación. En este contexto, la movida de ayer resultó sorpresiva. La extradición fue resuelta por el STF en agosto y formalizada mediante la publicación en el diario oficial de Brasil en noviembre, por lo que se esperaba que el traslado se concretara en diciembre.

Desde ayer dos agentes de Interpol Argentina aguardan en Uruguaiana la entrega de Cordero, pero está previsto que la extradición se efectivice a pesar de los reclamos de su médico particular, que recomendó su internación y advirtió que llevarlo hasta la frontera comprometía su vida. El activista Jair Krischke, integrante del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos, afirmó a la diaria que Cordero será acompañado hasta esa ciudad por un médico de la Policía brasileña.

Buscado

Cordero se fugó en julio de 2004 eludiendo a la justicia uruguaya, que lo consideró prófugo en octubre de ese año. Entonces debía enfrentar un juicio por desacato por ofensa que le había iniciado el juez José Balcaldi, quien estaba a cargo de una causa contra el militar por el delito de apología de la tortura, luego de una publicación en el semanario Búsqueda en la que el represor resaltaba el uso de los apremios físicos a los detenidos.

En enero de 2005 Cordero fue ubicado en Santana do Livramento. El juez Luis Charles expidió entonces el pedido de extradición para juzgarlo por los delitos de privación de libertad y asociación para delinquir, en el marco de la causa de Adalberto Soba Fernández, por la cual ya fueron procesados ocho ex militares y ex policías. Pero para ese momento, el juez argentino Guillermo Montenegro, quien entonces instruía la causa por el Plan Cóndor, ya había solicitado un pedido de extradición.

El caso llegó al STF en setiembre de 2008 luego de varios intentos de la defensa por impedirlo, incluyendo un pedido de nacionalidad brasileña y otro de asilo político. Finalmente, en agosto de 2009 el STF concedió el pedido a la justicia de Argentina porque ese país fue el primero en cursarlo, y porque los delitos por los que es requerido fueron cometidos en ese país. Cordero está acusado de participar en la Operación Cóndor de las dictaduras sudamericanas en la década de 1970 y de la desaparición de diez personas, el secuestro de un bebé y de 32 casos de torturas contra detenidos en 1976 en el centro clandestino Automotores Orletti.

El represor se enfrentará ante los jueces argentinos Norberto Oyarbide, actualmente a cargo de la causa “Cóndor”, y Daniel Rafecas, quien actúa en la causa “Automotores Orletti”.