Está fijada para mañana una nueva reunión de negociación entre las partes. Según explicó Richard Read, dirigente de FOEB, se tratará de la cuarta instancia, aunque a las tres anteriores los representantes empresariarles no se presentaron.

El 21 de diciembre los trabajadores de Kazbek se sorprendieron al llegar a su lugar de trabajo y comprobar que estaba cerrado. Los propietarios se habían mudado a otro lugar y habían decidido “sustituir” a los empleados sindicalizados por otros que no tenían vinculación con el gremio.

Los conflictos en Kazbek por incumplimiento de los laudos acordados datan “de 2005 a la fecha”, según Read. “Hoy pagan 37 pesos cuando el laudo es 102 la hora”, afirmó el sindicalista. Si bien entre 2005 y 2008 se acordó un descuelgue salarial para pagar por debajo del laudo, la empresa no cumplió con lo acordado. “Hicimos 50 reclamos ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social” (MTSS) indicó.

Por esa razón, la FOEB decidió “escrachar” a la empresaria. Además de permanecer en la rambla durante 75 minutos, los trabajadores le hicieron llegar a la titular de la empresa la nueva citación para el MTSS, fijada para mañana a las 9.30.

“Más que conflictiva, la empresa es una atorranta”, sentenció ayer Read, que también aclaró que “no existe chance de ocupación” y confió en una pronta solución del conflicto. En tanto, el titular del MTSS, Julio Baráibar, explicó a la diaria que la no asistencia de las empresas a las convocatorias implica sanciones de “carácter económico” que se “multiplican” al repetirse.

Consultado acerca de un eventual escenario de sucesivas no comparecencias de Kazbek a las reuniones de negociación, el jerarca sostuvo que asistir a estas instancias es una “obligación” y advirtió que si la empresa no paga las multas “el ministerio hará una denuncia penal por el no pago de las sanciones correspondientes”.

El ministro también fue optimista en cuanto a la posible solución del conflicto: “Tengo la esperanza de que a Kazbek alguien con sentido común la va a asesorar y va a venir a franquear su posición y acordar una solución, algo que deberá hacer si pretende seguir funcionando”.

En cuanto a la visión que tiene la empresa acerca del conflicto, Baráibar manifestó no estar al tanto -”yo no quiero repetir lo que dicen los trabajadores si no me entero de lo que dice la empresa”, dijo-, pero advirtió que la situación se presta para “sospechar” porque “mientras una parte reclama algo, la otra no se presenta”.

Coincidentemente, el MTSS había instalado en sus oficinas dispensadores de agua Kazbek. A partir de ayer la secretaría de Estado cesó sus compras a la empresa. “No podemos comprarle a alguien que se comporta de manera errónea”, dijo el jerarca, aunque aclaró que seguirán siendo clientes si ésta “actúa como debe actuar”.