El presidente de Brasil, Lula da Silva, quien deja el cargo el sábado, aseguró que “fue muy disfrutable” gobernar. “Rompí un tabú porque todo el mundo decía que era muy difícil gobernar Brasil”, declaró. En su último programa de radio Café con el Presidente, Lula volvió a pedir “mucho apoyo” para su sucesora, Dilma Rousseff, y le recomendó que continúe ella con esa audición. Destacó además que Brasil está “viviendo una fase muy importante de consolidación de un proceso de crecimiento económico”.

El mandatario aseguró que trabajará hasta el 30 de diciembre. “El 31 paro para descansar, apagar el motor y dejarlo enfriar para entregarlo a Dilma con mantenimiento hecho, todo perfecto para que ella pueda comenzar el 2 de enero a 100 kilómetros por hora”, dijo según el diario Folha de São Paulo.

En una reunión posterior con periodistas, Lula aseguró que deja el gobierno con “la sensación del deber cumplido” y “convencido” de que Rousseff será “mucho mejor”. “Tengo la idea fija de que Dilma será otra vez mi candidata”, dijo Lula en referencia a las elecciones de 2014 y agregó que “ni piensa” en postularse otra vez para la presidencia. Excepto, aclaró, que Rousseff no quiera postularse al terminar su período de gobierno. Se expresó en la misma línea que en declaraciones previas en las que señaló que si el país o su partido lo necesitan, él estará.

Si bien en los próximos años Lula desea “más descanso que trabajo” y pasar “un tiempo sin hablar ni dar opiniones”, aseguró que continuará en la política, informó la cadena O Globo.

Consultado respecto de su gestión, destacó que cambió “la forma de relación entre el gobierno y la sociedad”, y también la política exterior. Pero en este tema lamentó que pese a la asunción del presidente estadounidense, Barack Obama, “la relación [entre América Latina y Estados Unidos] cambió poco”. Concluyó: “La verdad es que no ha cambiado nada”.