Miles de personas se manifestaron en Uganda a favor de un proyecto de ley que estudia el Parlamento de ese país para incluir la pena de muerte entre los castigos que ya existen para la homosexualidad. Esa pena se impondría para la “homosexualidad agravada”, para aquellos casos en que una persona tenga relaciones sexuales con un menor de edad o un discapacitado del mismo sexo, o para quien mantenga relaciones homosexuales con adultos siendo portador de VIH. En el mismo proyecto se plantea castigar con cadena perpetua la homosexualidad, cuando no hay agravantes.

El proyecto obtuvo el apoyo del gobierno y de la mayoría en el Parlamento, pero recibió el rechazo de organizaciones de defensa de los derechos humanos nacionales y extranjeras, y también de los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, que amenazaron con sancionar al país africano. Esta reacción internacional llevó a que el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, se desligara de la propuesta en diciembre, informó la agencia de noticias EFE. Dijo que se convirtió en un “tema de política internacional”.

La manifestación de ayer, indicó la agencia, fue organizada por el Movimiento Internacional contra la Homosexualidad en Uganda y contó con la presencia de entre 25 y 30 mil personas que llevaban pancartas con consignas como “No a la sodomía, sí a la familia” y “La homosexualidad debe ser abolida”.